Cualquier fotógrafo estaría encantado con captar un momento así. Y cualquier persona encantada de ser la protagonista de tremenda fotografía para tenerla siempre de recuerdo. Oportuno el ojo del fotógrafo, un artista. Besos.
Estar en el momento justo en el sitio adecuado, con la cámara preparada. eso es lo que distingue a los buenos fotógrafos. Estoy seguro de que el oso sentía más curiosidad que otra cosa. Probablemente, no era el primer ser humano con el que se encontraba en sus inmersiones. Preciosa instantánea.
Y la paciencia. Fundamental en un buen fotógrafo. Lo que está relacionado directamente con tu comentario. Supongo que llevas razón, por el tamaño del oso esos movimientos rápidos parecen más fieros, pero tal vez solo fuera curiosidad. Me encanta la foto y me alegro que también te guste a ti. Un beso.
Es el mejor disco duro para las fotografías: la retina de cada uno. Sin duda, una imagen que mi retina ya archivó y almacenó, quedando en la superficie de mis recuerdos, como una manera de volver a admirarla y disfrutarla cada vez. Gracias. Un beso.
He terminado de leerme "La particular memoria de Rosa Masur", de Vladimir Vertlib. Me ha parecido un libro maravilloso e impresionante. Dos días después de haberlo terminado me sigo preguntando cómo pueden caber tantas cosas dentro de un sólo libro, y es que recorre casi un siglo de la historia rusa, desde los zares a la era del terror político y la lucha de clases. A pesar de ser una lectura densa e intensa, a poco que te guste, logrará engancharte totalmente. Nos habla de la historia de una familia judía y sobre todo de una mujer (nuestra protagonista, Rosa Masur) que acaba de cumplir noventa años. Después de una vida entera que da para mucho, consigue por fin exiliarse en Alemania. Allí un importante mecenas intenta escribir un libro sobre la vida de los judíos que sobrevivieron a la URSS de entonces (una guerra mundial, una guerra civil, bolcheviques, Hitler, el imperio de los Zares, el Comunismo, la hambruna, el antisemitismo, etc). Tras una selección previa, Rosa Masur
He terminado de leerme la novela "Querido Miguel", de Natalia Ginzburg, y me ha encantado. Me siento feliz y afortunada de haber llegado hasta ella. Es un libro intimista, que al estar narrado de manera epistolar se convierte en más humano si cabe. Entrar en este libro es acariciar el alma de las personas que en él habitan. Es sumergirse en su mente, en su sentir. Es constatar en primera persona cómo respiran y cómo laten sus corazones. Me resulta increíble cómo la autora logra, de manera tan sublime, ahondar en el interior de los personajes y todo aquello que les rodea. La manera de mostrarnos ese mundo interior es tierna, amorosa, sincera, directa, sublime, transparente, clara, amable, atractiva, pero sobre todo muy cálida y hasta reconfortante. Existe una especie de catarsis en esta historia, donde las ausencias físicas se solapan a las emocionales, y donde hay cabida tanto para las letras infinitas como para los silencios más huecos. Me ha parecido una novela muy respet
" La palabra para rojo", de Jon McGregor, es un libro maravilloso. Me he enamorado de esta novela, que me ha hecho estar en el lugar en cada momento. Me ha tomado de la mano, y sin soltarme un solo segundo, me ha llevado a un viaje apasionante, tanto física como emocionalmente. Es un libro generoso y brillante. Soberbia la manera en que está narrado, las descripciones, todo lo que se ve, también lo que no se ve y ún así se sabe. Es una novela cercana, humana, sencilla en su complejidad, de esas lecturas que se quedan con uno para siempre. Espectacular la pluma de este escritor del que no había leído nada antes, es magistral la manera en que lleva a cabo la narración de esta historia. Me pareció que no puede ser más perfecta, no pude esperar más de ella porque me lo dio absolutamente todo, captó mi interés desde el primer párrafo hasta el último punto final. Novelas como ésta no abundan, por eso me he emocionado tanto y me he sentido una privilegiada por leerla. Los tres pro
Espectacular imagen. Y el oso no tenía pintas de querer jugar con la niña.
ResponderEliminarUn beso.
jaja. No sé las intenciones del oso, pero ella no parece asustarse en absoluto.
EliminarGracias.
Un beso.
Es una imagen muy bella.
ResponderEliminarAbrazo
Cualquier fotógrafo estaría encantado con captar un momento así.
EliminarY cualquier persona encantada de ser la protagonista de tremenda fotografía para tenerla siempre de recuerdo.
Oportuno el ojo del fotógrafo, un artista.
Besos.
Estar en el momento justo en el sitio adecuado, con la cámara preparada. eso es lo que distingue a los buenos fotógrafos. Estoy seguro de que el oso sentía más curiosidad que otra cosa. Probablemente, no era el primer ser humano con el que se encontraba en sus inmersiones. Preciosa instantánea.
ResponderEliminarY la paciencia. Fundamental en un buen fotógrafo. Lo que está relacionado directamente con tu comentario.
EliminarSupongo que llevas razón, por el tamaño del oso esos movimientos rápidos parecen más fieros, pero tal vez solo fuera curiosidad.
Me encanta la foto y me alegro que también te guste a ti.
Un beso.
También mi retina captaría esa imagen para siempre. No necesitaría cámara.
Fantástica imagen.
Un abrazo
· LMA · & · CR ·
Es el mejor disco duro para las fotografías: la retina de cada uno.
EliminarSin duda, una imagen que mi retina ya archivó y almacenó, quedando en la superficie de mis recuerdos, como una manera de volver a admirarla y disfrutarla cada vez.
Gracias. Un beso.