Hay sensación en las casas antiguas de que algo queda de quien las vivió un tibio aroma de café un gesto tierno y familiar manos que aprenden a coser en la inocencia del hogar. (Pedro Guerra.) Hay sensaciones muy vividas en el St Stephen´s Green. Sea cual fuese la ruta del día por el país, siempre terminaba mis tardes en Dublín, en este parque. Los rayos de sol dándome en la cara, mientras mi espalda rozaba el césped y mis ojos cerrados ayudaban a imaginar y soñar. Es un olor, un sabor, un color, un sonido. Son vidas que respiran. Los ecos de quien por allí pasó, de tardes compartidas, de risas y alegrías, de confidencias, de amor y desamor, de tranquilidad, de satisfacción y de hogar. A las sensaciones antiguas, dejé alguna mía. Mi momento, mi tiempo, mi pasado y presente, mi lugar, mis miradas y sonrisas, mis sueños, mis latidos, mi respirar, mis ganas de estar.