Distraer tus pensamientos.
Pocos kilómetros separan la Civilización de este trozo de Selva. Sin embargo cuando estás allí la sensación de abstracción es tal que te resulta imposible pensar que a miles de kilómetros a la redonda hubiera algo más que vegetación, árboles, agua, gigantes helechos, tilos, laurisilva, blancos, laureles, acebiños, viñátigos, barbusanos, paralillos, fayas, madroños, brezos, etc, etc, etc. Se llama El Bosque de los Tilos, pero no es esa la única vegetación que la habita. Ya en el Centro de Visitantes, los gigantes helechos te dan la bienvenida y te hacen entender la magnitud de la naturaleza que estás a punto de descubrir. Doy fe de que una sola de sus hojas, puede cubrirte entera de cabeza a los pies, y le sobra. Es un punto de partida desde donde no hace falta hacer largas caminatas para disfrutar de este Bosque Encantado de brumas y nubes, de árboles inmensos y colores verdes. Este Bosque fue declarado por la Unesco, en 1983, Reserva Mundial de la Biosfera.