A veces, esa pregunta tan inocente, me hace dar un respingo. ¿No les pasa a ustedes también? Hoy salí a dar una vuelta, una mañana muy fresquita pero agradable. Abrigo y nada de lluvia. Un paseo fantástico, con la mejor de las compañías. De regreso a casa, pasé por el súper un momento breve. Cuando la dependienta me va a cobrar (una chica que ya me conocía de otras ocasiones, y yo a ella de vista también) mientras yo abría el monedero, escucho su voz: "Perdona.....¿te puedo hacer una pregunta?" La miro, sus ojos eran serios y clavados en los míos. Vi algo de timidez en ellos, de apuro tal vez. En un principio pensé que me iba a hacer una pregunta del trabajo, donde trabajé tantos años (.....hasta hace poco.....), y era bastante habitual que la gente por la calle quisiera resolver dudas que por miles de cuestiones no se decidían a entrar en la oficina y preguntarte. Me ha pasado tantas veces ya!!!! Y nunca te terminas de acostumbrar!!! "Si, claro, dime"- le dije- ...