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Mostrando entradas de junio, 2013

A veces

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No son ciegos los ojos, sino los corazones 

HOY

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Las buenas intenciones se agradecen enormemente, sobre todo cuando viene de gente muy cercana. El día a día te hace valorarlo porque te animan y aupan en los malos momentos y comparten tu alegría en los buenos. Por eso en los momentos señalados no es de extrañar que te sientas la persona más feliz del mundo. Porque hay mucho que celebrar, porque te sientes agradecida y porque nunca nunca nunca dejas de sorprenderte ni de darte un vuelco el corazón de felicidad. Hoy es señalado para mi, para ti, para muchos... Hagamos hincapié en que sean más los buenos que los malos porque también de nosotros depende. ¡¡¡Gracias!!!

¿Qué harías de tu vida si el dinero no importara?

Qué poco me gusta el dinero. Si, me gustaría tener porque es necesario en este mundo, porque importa y sería de necios negarlo. Me gustaría tener ahorros porque me servirían de colchón de tranquilidad. Y tener tanto para dar y regalar. Pero lo dicho....¡qué poco me gusta el dinero! Es sucio, separa a las personas, las vuelve egoístas, artificiales, frías, clasistas..........

Sueños Sanjuaneros.

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Desde esta hoguera en la que me encuentro puedo observar los distintos conjuros que la gente prepara. Caminos serpenteantes se abren en mi mente y sólo el chasquido de la leña al quemarse desvía mi atención. Entonces es cuando los veo, espíritus duendiles que salen en esta noche mágica donde el fuego y el agua se unen. Dispuestos a meterse en cada conjuro, en cada petición, en cada juego de forma simbólica y derramar su magia sobre ellos. Nos susurran al oído que el solsticio de verano llegó y nos recuerdan que esta noche está para vivirla y sobre todo para soñarla.

La belleza real

Clara luz

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Nunca antes había sentido aquel cosquilleo tenue, suave, perenne. El calor de su mano al tomar la mía. Sobre la mesa nuestras miradas hablaban el tiempo se detenía y los demás observaban. Sentí libertad de amarrarme a esas manos. Tenía todo, de algún modo era mío. El calor de su aliento albergó mis esperanzas y su ilusión tomó candor. Movió la palma de su mano transformándose en caricia su piel en mi piel. Un gesto universal atendiendo a mi más dulce petición. Tuve ganas de tenerlo tuvo ganas de tenerme. Amarró mis lazos con la pasión de sus abrazos vistió mi desnudez con sus labios. La luz de la oscuridad se volvió clara, dulce, violeta y verde.

Risas escondidas.

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Aquel sonido era poco conocido para ella. Pero no dejaba de ser familiar. Su propia risa, a esos niveles, la sorprendieron. Notó que siempre habían estado ahí, solo que se escondían. Y una vez comenzó a reír ya no pudo parar. Y duró medio minuto, tomaba aire y ahí estaba de nuevo la risa. Seguía una y otra vez. Minutos cortos, minutos largos, minutos tras minutos. Era una risa auténtica, natural, espontánea, nacida muy adentro. Hasta aquel turista, que por casualidad miraba la escena desde el borde de la piscina, no pude evitar reírse también en esta ocasión contagiado por la risa de ella. Le gustó reencontrarse con aquel sonido, le gustó la alegría que había en su propia risa. Pero sobre todo le gustó lo bien que se sentía mientras sucedía y ahora que ha pasado, mientras lo recuerda de manera tan vívida.

Un regalo sonrisa.......y algo más.

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Mi lámpara, mis libros, mi arcón, mis letras.......y algo más. UN REGALO SONRISA Me llamó la atención aquel anuncio. Era el periódico de más tirada del país y anunciaba la venta de curiosidades varias.  Al pie unas iniciales: V.P.O.  Tomé nota de la dirección y sentí el impulso de acercarme a conocer. Llegué a una casa antigua de piedra caliza en el exterior, un pomo dorado en medio de la puerta y a la izquierda un gran ventanal. Dentro el aire era traslúcido lleno de aromas que llenaban la estancia. Una voz suave salió de detrás de unos estantes. - Buenas tardes caballero ¿Puedo ayudarle en algo? - Gracias, le contesté. Tan sólo echaba un vistazo. - Muy bien, continúe, respondió con la misma suavidad que antes. Si desea cualquier cosa ya sabe dónde estoy -añadió-. Me sorprendió la cantidad de lámparas que había allí, todas eran de cristal pero cada una de un color y textura diferentes. - Son las lámparas de las emociones-me dijo- ¿Quiere probar una? - ¿Probar?-respondí-veo que están t