Si no te gusta que nadie te menosprecie ¿por qué lo haces tú? A veces tendemos a quitarnos valía, nos tocan la autoestima y nos cuesta gestionar el sentimiento. Somos capaces de ver el logro en los demás, enzalsar sus méritos, hasta anhelar sus sueños. Pero ¿Y cuando se trata de nosotros? Muchas veces somos las personas más tiranas del mundo, solo con nosotros mismos. Ante la palabra en la boca, siempre sale la cualificación más baja y de menor rango. La parte negativa hasta del mayor de los logros. Las cosas están ahí, solo que no las sabemos ver, o empañamos la lente sin querer. La grandeza, el honor y la valía de una persona. Con un golpe de suerte, o gracia, en esos momentos convulsos, alguien (que nos conoce mucho y nos quiere idem) se acerca a nosotros y con voz calmada y tranquila, mirándonos a los ojos nos dice: "Si tú vieras todo lo que veo yo". Cuanto menos eso te hace pensar y reflexionar. No somos un interruptor que a golpe de click pasemos de un estado al otro. O...