No se olvidan.
Hay personas incondicionales y de sentimientos atemporales. Que te arrancan una sonrisa a cada momento, así sin más y sin venir a cuento. Que cuando más lo necesitas te regalan emociones, provocando que te nazca la felicidad de lo más profundo de tu ser. Personas que cuidan, aman, y todo lo hacen con cariño. Que también tienen días malos, son terrenales, humanos. Y que a pesar de ello, siempre anteponen tu felicidad a la suya. Puedes olvidar qué te dijo, o no saber qué hizo, pero nunca olvidarás que en aquel justo momento - como en muchos otros- te hizo sentir muy especial, mejor que nadie. Unica. Unico. Son hombros donde apoyarte, son pañuelos donde secar tus lágrimas, son abrazos de esos que ajustan y arreglan todo, son cómplices de tus sueños, secretos y juegos. Familia, amigos, compañeros. Son gestos y palabras amables. Son aliento, son luz, son candidez. Son oídos que escuchan con calma y atención. Son palabras que sanan cuando otros han desahuciado. La mano tendida y abierta. El