Resuena en mi cabeza, como un eco, el estribillo de la canción del gran Pancho Céspedes "Qué hago contigo, amor, qué hago contigo....". Y entonces me descubro con el libro ya leído, terminado y disfrutado. Qué hago yo ahora, qué digo yo ahora contigo lectura especial que me has acariciado el alma. Y lo has hecho sin prisas, sin miedo, casi sin percibirlo, me llevaste hasta esta "vida en miniatura" para hacerla mía. Porque no hace falta tener similitudes con el personaje para sentarse uno frente al otro, en un tête à tête y escuchar, como yo he hecho con Dorothea, su protagonista. Un largo té de sobremesa, distendido, donde el libro me ha mirado a los ojos y yo le he mantenido la mirada, escuchando atentamente todo lo que en él acontecía. Aún con la taza humeante en la mano, te miro a los ojos y te sonrío ligeramente dejando el protagonismo a lo que mi mirada te dice, te expresa pero sobre todo te agradece. Me has gustado muchísimo. Qué hago contigo si no has de...
Espero que nos vaya mejor a todos en 2016. De momento lo empezamos con ilusion.
ResponderEliminarBueno, supongo que todos hemos tenido cosas buenas en este 2015 que no podemos quejarnos. Pero sí, a ver qué tal se porta el 2016 si nos sorprende para bien :-)
EliminarIlusión es una palabra maravillosa, Tawaki. Sin ella las cosas no tienen el mismo sentido. A seguir así!!!!
Un beso.
Confío en que el arranque sea rápido, pero luego que la marcha se vaya enlenteciendo ya que a los viejos el tiempo corre que vuela y se nos escapa de las manos.
ResponderEliminarConfiemos en que el año seda benévolo con todos nosotros.
EliminarEl tiempo es muy relativo. Si las cosas marchan como debieran, pasa más rápido, lo cual es buena señal. Deseo eso para ti, Jubi, para todos, y que luego sepamos dilatar las cosas buenas para que "sepan" más y no resulten cortitas.
Un beso.