A veces nos perdemos en un mar de problemas,y escuchamos a diario no muy lejos de nuestro entorno, gente con trabajo que se agobia por llegar apurado a algún final de mes. La misma gente que sin sobrarles el dinero, se debaten entre tener un coche de tal marca, o tener una segunda casa para los fines de semana, o poder viajar todos los años a todo lujo, o comer en restaurantes todos los días, o comprarse ropa de su marca favorita, etc..... Y los sueños, sueños son. Si alguien se lo puede permitir ¡Chapeau! Pero como todo en la vida, depende del color con que se mire, y de los cristales con que se haga. Los cristales de László Andraschek, son muy pobres y sus miras muy cortas. El es un húngaro de 55 años , indigente hasta hace poco. Vivía en un centro de acogida de Budapest, cuando un día, con las últimas monedas que había conseguido, decidió comprar un número de lotería.................. y ganó 2 millones de euros. ¿Qué haría la mayoría de la gente que conocemos, en esa situación? ¿Y é