He terminado de leerme la novela "Querido Miguel", de Natalia Ginzburg, y me ha encantado. Me siento feliz y afortunada de haber llegado hasta ella. Es un libro intimista, que al estar narrado de manera epistolar se convierte en más humano si cabe. Entrar en este libro es acariciar el alma de las personas que en él habitan. Es sumergirse en su mente, en su sentir. Es constatar en primera persona cómo respiran y cómo laten sus corazones. Me resulta increíble cómo la autora logra, de manera tan sublime, ahondar en el interior de los personajes y todo aquello que les rodea. La manera de mostrarnos ese mundo interior es tierna, amorosa, sincera, directa, sublime, transparente, clara, amable, atractiva, pero sobre todo muy cálida y hasta reconfortante. Existe una especie de catarsis en esta historia, donde las ausencias físicas se solapan a las emocionales, y donde hay cabida tanto para las letras infinitas como para los silencios más huecos. Me ha parecido una novela muy respet
la ambición no tiene límites, escondes millones de euros en suiza, haces la declaración de la renta y... te sale a devolver!! hay que tenerlos cuadraos. unos pocos amasando muchísimo dinero, cantidades ingentes, unos muchos repartiéndonos el resto, algunos viviendo más o menos decentemente, como nosotros, pero otros muchos pasándolo realmente mal. es un sistema injusto, creo yo
ResponderEliminarEl sistema es injusto, Raúl, sobre todo por la cantidad de gente que lo está pasando realmente mal por no tener dinero ni para pagar hipotecas ni para comer.
ResponderEliminarLos otros, los que tienen millones en Suiza y encima desfalcan, los avariciosos que cuanto más tienen más quieren.....esos en el fondo me dan hasta pena. Vivir atesorando y no mirar a tu alrededor....esos están tan sucios como sus fortunas.No los envidio.
Un abrazo y gracias por opinar.
Neli.