Me lo recomiendo.


De la entrevista que hace Marco Tosatti, al padre Amorth, se desprende en un inicio que este sacerdote fue un hombre con sentido del humor y con una marcada sencillez. Pero sobre todo,  y ya no sólo como primera impresión de esa entrevista sino por los testimonios que nos compartió en este libro, que fue un hombre sin atisbo de miedo y con una gran fe.
Los testimonios impresionan e impactan.
Te hace pensar, pues no toda posesión demoníaca es como el cine nos la vende, suelen ser casos menos comerciales, menos visuales. Digamos que son mucho más sutiles, del día a día, más reales.

Hace un tiempo escuché hablar sobre los exorcismos del padre Amorth,  supe entonces que había escrito varios libros, y heme aquí con éste .

Me lo trajeron los Reyes Magos de Oriente, los mismos que llevaron oro, incienso y mirra al niño Jesús cuando nació. Con esos orígenes -me dije con humor- tenía que leerlo sin miedo,  aunque no siempre lo conseguí.

Hay ahora dos libros que me recomiendo a mí misma leer al menos una vez al año.
Estas memorias, son el segundo de ellos.
Testimonios que te hacen pensar (sin obsesionarte), abrir la mente, y darte cuenta del peligro en que no reparas habitualmente, así como el efecto y dimensiones que alcanza. Te hace ser consciente de esa realidad, que no es nueva, y que se remonta muy atrás en la historia.

"¿Yo, miedo de Satanás? Es él quien debería temerme a mí ".
(Padre Gabriele Amorth)

Comentarios

  1. Mucha confianza muestra en la última frase, ¿no? Me pega más como reclamo publicitario que como una expresión del sacerdote. Nada en la vida es como nos lo vende el cine, así que no me extraña que este libro te muestre aristas nuevas. Me pillas en un momento en el que no doy a basto (¿te sorprende? pero me lo apunto para el futuro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Tawaki.
      No le podemos preguntar, pero después de leer el libro, me pega mucho esa frase en boca del padre Amorth. Habían exorcismos que duraban años y algunos requerían sesiones diarias. Sin ese convencimiento (o mucha confianza como tú dijiste), habría perdido la batalla.
      Gracias por venir y por comentar.
      Un beso.

      Eliminar
  2. No tengo el mínimo reparo en leer estas memorias; los entresijos religiosos siempre me han resultado interesantes e instructivos pese a no creer en entelequias divinas o demonizantes. La existencia de belcebúes humanos es una realidad que, desgraciadamente, se constata día a día y, para nuestro infortunio, todavía no hay conjuros ni exorcismos capaces de desterrar del planeta tanta vileza.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Una mirada....
      Me dio miedo su lectura, pero me quedo con la parte positiva de estas impactantes memorias.
      Hoy en día habría que exorcizar a muchos, ¿verdad? Como apuntas, hay mucha vileza que desterrar. El mal está presente y testimonios como éstos, nos hacen ver que a la mínima de cambio aprovecha cualquier resquicio o duda para entrar.
      Gracias por tu comentario.
      Abrazos.

      Eliminar
  3. ·.
    Nunca me planteé ten miedo a Satán. Más bien a los sacerdotes que nos infligían terribles amenazas. Afortunadamente ahora ni al Uno ni a los otros.
    Seguro que el libro es interesante.

    Un beso, Nélida

    · LMA · & · CR ·

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Alfonso.
      Qué pena que hayas sentido eso.
      A veces el mal está en las personas, porque de hecho se manifiesta a través de ellas.
      Bueno, no cuento más por si quieres leer el libro, sí que está interesante. Me gustó y es de lectura rápida y amena.
      Muchas gracias por tu comentario.
      Un beso grande para ti.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Querido Miguel.

Los indianos

La particular memoria de Rosa Masur.