Y además... ¿quiénes somos nosotros para juzgar quién merece y quién no? Retener es una estupidez. En el último viaje no nos llevaremos nada... que valga en el lugar a donde vamos.
Hola ñOCO Le bOLO. Gracias por venir. Buena pregunta, yo también la dejo en el aire. Estoy de acuerdo contigo en lo que dices. Además retener también es de egoístas. En el último viaje de nada sirven, cierto. Un abrazo fuerte!!!! Beso.
Grande Gibran, y es verdad lo que dice ñLB, ¿quiénes somos para juzgar? Pero quién planta los árboles, quién los riega, porque sus frutos responden a un esfuerzo y está bien dar cuando hay en abundancia, pero cuando los bienes escasean es inevitable elegir.
La utopía del gratis total y para todos termina con un árbol seco y sin frutos frente al que se alinean todos con la mano extendida. Hace falta un equilibrio.
Grande Gibran, y es verdad lo que dice ñLB, ¿quiénes somos para juzgar? Pero quién planta los árboles, quién los riega, porque sus frutos responden a un esfuerzo y está bien dar cuando hay en abundancia, pero cuando los bienes escasean es inevitable elegir.
La utopía del gratis total y para todos termina con un árbol seco y sin frutos frente al que se alinean todos con la mano extendida. Hace falta un equilibrio.
Interesante tu punto de vista, Tawaki. Yo pienso que Gibran hablaba de un mundo de igualdades, donde todos los componente permanecían invariables y lo único que cambiaba era el elegir en el dar, y con ello el retener y perecer. Pero sin duda tu sentido racional de las cosas no tiene argumentos en contra, te doy la razón yo también. Porque viendo una parte del proceso, has entendido la otra que se obviaba. Has venido a poner equilibrio a Gibran, y a mi :-) ¡¡Gracias!! Un beso.
Después de dos lecturas infructuosas (que no abandonos absolutos, pues volveré a ellos en otra ocasión, cuando sea el momento adecuado), llegué hasta este libro que he terminado de leerme. Me gusta el género de los cuentos, y me gusta este autor (salvo algún libro puntual que no me gustó), así que enseguida supe que quería leer esta nueva obra recién publicada. Y con ese entusiasmo me adentré en su lectura, donde pude disfrutar de unos cuentos muy variados. Por un lado me atrajo mucho que no fuera monotemático, fue sencillo abandonar uno y empezar el siguiente. En ese sentido la lectura es muy inteligente ya que te lleva de un lado a otro, sin que pierdas el interés entre un cuento y el siguiente. Son cuentos relativamente cortos, por lo que la lectura de este libro es muy ágil y amena. Sin embargo, no en todos sentí ese sello personal del autor, y en algunos no hallé ese humor del que habla la sinopsis. A pesar de todo ello, la lectura se decanta -claramente- hacia el lado...
He terminado de leerme la novela "Demonios", de Fatma Aydemir. Uno de los libros que me habían regalado el día de Reyes. Me ha parecido un libro muy bonito y muy especial. Sigue un esquema de lectura separado por capítulos, dando vida en cada uno de ellos, a los diferentes miembros de una familia turca que emigra a Alemania. Los títulos de cada capítulo y el orden que sigue son: Hüseyin (el padre de la familia), Ümit (el hijo pequeño), Sevda (la hija mayor), Peri (la tercera hija), Hakan (el segundo hijo), y Emine (la madre de todos ellos, y esposa de Hüsesyin). Es un libro que te hace pensar mucho, una lectura que no te deja indiferente, con unos personajes de una gran riqueza en detalles y muy dispares entre sí, y que a pesar de ello muchos de los rasgos que comparten tienen un mismo origen o denominador común. El libro desgrana las particularidades de una familia turca que emigró a Alemania en busca de una vida mejor, nos muestra quiénes son hoy en día, tras la inesperada...
He terminado de leerme la novela "La hora azul", de Paula Hawkins. Una vez leí un libro de esta autora ("la chica del tren") y me desagradó tanto que recuerdo hasta haberme enfadado conmigo misma por haberlo leído. Sensación única que no me ha vuelto a pasar en mi vida con ningún otro libro, ni con ningún otro autor. Fue algo tan dispar a mí en todos los sentidos, que me nació cierta aversión a esta autora. Actualmente el cuerpo (y la mente) me piden leer novela negra, y vaya usted a saber por qué........he vuelto a leer un libro suyo. Ni yo misma lo entiendo. Pero en esta ocasión es diferente, tiene sus matices; no salgo huyendo, no me enfado conmigo misma ni mucho menos, pero me reafirmo en que esta autora y yo no nos vamos a gustar nunca en la vida. Este libro no empieza mal, pero al poco de avanzar en su lectura notas que va de más a menos, en caída libre y sin frenos. No me gustó el argumento, no me gustaron los personajes, no empaticé con ninguno de ellos, p...
Y además... ¿quiénes somos nosotros para juzgar quién merece y quién no?
Retener es una estupidez. En el último viaje no nos llevaremos nada... que valga en el lugar a donde vamos.
Un abrazo
· LMA · & · CR ·
Hola ñOCO Le bOLO.
EliminarGracias por venir.
Buena pregunta, yo también la dejo en el aire.
Estoy de acuerdo contigo en lo que dices. Además retener también es de egoístas.
En el último viaje de nada sirven, cierto.
Un abrazo fuerte!!!! Beso.
Grande Gibran, y es verdad lo que dice ñLB, ¿quiénes somos para juzgar? Pero quién planta los árboles, quién los riega, porque sus frutos responden a un esfuerzo y está bien dar cuando hay en abundancia, pero cuando los bienes escasean es inevitable elegir.
ResponderEliminarLa utopía del gratis total y para todos termina con un árbol seco y sin frutos frente al que se alinean todos con la mano extendida. Hace falta un equilibrio.
Grande Gibran, y es verdad lo que dice ñLB, ¿quiénes somos para juzgar? Pero quién planta los árboles, quién los riega, porque sus frutos responden a un esfuerzo y está bien dar cuando hay en abundancia, pero cuando los bienes escasean es inevitable elegir.
ResponderEliminarLa utopía del gratis total y para todos termina con un árbol seco y sin frutos frente al que se alinean todos con la mano extendida. Hace falta un equilibrio.
Interesante tu punto de vista, Tawaki.
EliminarYo pienso que Gibran hablaba de un mundo de igualdades, donde todos los componente permanecían invariables y lo único que cambiaba era el elegir en el dar, y con ello el retener y perecer.
Pero sin duda tu sentido racional de las cosas no tiene argumentos en contra, te doy la razón yo también.
Porque viendo una parte del proceso, has entendido la otra que se obviaba.
Has venido a poner equilibrio a Gibran, y a mi :-)
¡¡Gracias!!
Un beso.