Querido Miguel.
He terminado de leerme la novela "Querido Miguel", de Natalia Ginzburg, y me ha encantado. Me siento feliz y afortunada de haber llegado hasta ella. Es un libro intimista, que al estar narrado de manera epistolar se convierte en más humano si cabe. Entrar en este libro es acariciar el alma de las personas que en él habitan. Es sumergirse en su mente, en su sentir. Es constatar en primera persona cómo respiran y cómo laten sus corazones. Me resulta increíble cómo la autora logra, de manera tan sublime, ahondar en el interior de los personajes y todo aquello que les rodea. La manera de mostrarnos ese mundo interior es tierna, amorosa, sincera, directa, sublime, transparente, clara, amable, atractiva, pero sobre todo muy cálida y hasta reconfortante. Existe una especie de catarsis en esta historia, donde las ausencias físicas se solapan a las emocionales, y donde hay cabida tanto para las letras infinitas como para los silencios más huecos. Me ha parecido una novela muy respet
Experimentar cualquiera de ellas en el momento preciso, puede parar diez mundos.
ResponderEliminarHola Marcos, yo también lo creo.
EliminarSon armas muy poderosas aunque no siempre la gente las reconoce.
Un abrazo.
oh! los cuatro puntos cardinales, no hay mejor mapa del amor. precioso.
ResponderEliminarYo quiero perderme en ese mapa...
EliminarCuántas cosas para disfrutar, cuán poderosa cada una de esas armas.
Cuatro besos de puntos cardinales para ti, amigo.
Ojalá pudiésemos parar de verdad ese mundo en alguno de los momentos que mencionas. El problema es que sigue adelante sin nosotros y luego tenemos que alcanzarlo.
ResponderEliminarAl menos lo intentamos ¿no, Tawaki?
EliminarNo pararemos "el mundo"de todos, pero a buen seguro muchos mundos particulares se paralizarán para bien.
Un abrazo grande.
Preciosas maneras de parar el mundo. Si todos lo cumpliéramos cuan distinto sería.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ahí radica algo fundamental, la unión de estas armas tan poderosas.
EliminarComo un camino de doble sentido, dar y recibir, seguro que así si que lo conseguimos.
Un abrazo grande.
Cuatro bellísimas formas de parar el mundo y de transformarlo si todos nos pusieramos a ello...
ResponderEliminar¡Me encanta la entrada, mi querida Neli! Con esa forma de ver las cosas, así tal como tú eres y reflejas en las letras, el mundo sin duda es y puede ser más bello...:-)
Besos grandes y especiales!!
Hola Lucía.
EliminarLas mejores formas de parar el mundo, me alegra que te gustara la entrada.
Sólo tenemos que detenernos, oirnos, y actuar.
¿Te das cuenta el potencial tan grande que tenemos? Si, tú lo sabes
Un beso para ti, amiga. Y una caricia, un abrazo y mi mirada.