El Bosque de Los Tilos
Pon tu pie y deslízate.
Mira a tu alrededor y quédate sólo con aquello que más quieres.
Tras el cristal todo es más claro.
Puedo ver el lugar que soñamos.
Un sonido.
Una imagen en la retina.
Un olor.
Un instante.
Gotas de lluvia que mojan el suelo.
De pronto me lo susurras y
haces que recuerde cada detalle.
Libérate, sonríe y sobre todo déjate sorprender.
Mira a tu alrededor y quédate sólo con aquello que más quieres.
Tras el cristal todo es más claro.
Puedo ver el lugar que soñamos.
Un sonido.
Una imagen en la retina.
Un olor.
Un instante.
Gotas de lluvia que mojan el suelo.
De pronto me lo susurras y
haces que recuerde cada detalle.
Libérate, sonríe y sobre todo déjate sorprender.
Estos versos huelen a memoria oculta en la doblez del tiempo: el embriagador perfume de los buenos recuerdos.
ResponderEliminarItinerario vital...
Un gran abrazo Neli.
Precioso, pero ver las cosas tras un cristal te impone cierto color, y yo prefiero no tener interferencias.
ResponderEliminarY tan buenos....
ResponderEliminarCuando pisas ese bosque, entras en otra dimensión. Todo cambia, hasta uno mismo cambia, para mejor....
Otro abrazo para ti.
Neli.
Hola Tawaki.
ResponderEliminarSi lo visitaras se que te gustaría mucho y harías mil fotos del lugar, de esas que a ti te gustan tanto.
Gracias por venir ( sin interferencias :-) )
Neli.
"el bosque de los tilos", parece el escenario de un cuento! precioso camino, como tus versos
ResponderEliminarHola Raúl.
ResponderEliminarBienvenido a este cuento.
Un abrazo grande.
Gracias.
Neli.