A pedazos.
Sinopsis: En la Navidad de 2022, mientras pasaba las vacaciones en Roma con su pareja, Isabella, Hanif Kureishi sufrió un desvanecimiento y se desplomó. Al recuperar la consciencia se encontró en el suelo, rodeado de un charco de sangre, y no tardó en descubrir que era incapaz de moverse. Una vez en el hospital, los médicos confirmaron que había quedado parapléjico. Este libro -que es mucho más que un libro testimonial- está escrito en forma de despachos de urgencia, o como entradas de un diario dictado durante su estancia en varios hospitales, primero en Roma y después, ya de vuelta a casa, en Londres. Una escritura fragmentada, a pedazos, en la que el autor relata su dura realidad diaria, su completa dependencia de los demás, la difícil asimilación de su nuevo estado, las sesiones de fisioterapia con las que recuperar algo de sensibilidad y movilidad en las extremidades, la relación con el personal médico, la incipiente amistad con otros pacientes y las tenues esperanzas ante cada pequeño signo de posible mejoría. Kureishi, sin embargo, no se limita a sentar acta de su día a día hospitalario, que cuenta sin paños calientes, sino que también evoca su infancia, el descubrimiento de la literatura, los primeros trabajos en el mundo del teatro, la fama que le llevó a visitar Hollywood nominado al Óscar por el guión de "Mi hermosa lavandería", sus aventuras sexuales o la amistad con autores como Salman Rushdie. Estas páginas, llenas de jugosas reflexiones sobre el oficio y el sentido de la escritura como acto creativo, se convierten para él en un arma de combate: un modo de asimilar y al mismo tiempo de rebelarse contra su situación. Constituyen un relato testimonial e íntimo, pero también una nueva muestra de la prosa vívida y visceral de Kureishi, que no rehúye lo carnal y lo escatológico. Un libro sincero, desgarrador, conmovedor. La escritura como salvavidas. 
Editorial: Anagrama.
Extensión: 254 páginas.
Edición: Junio 2025 
El otro día, tras ojear unos cuantos libros en la librería, decidí comprarme dos novelas. Una de ellas es ésta, tras un vistazo rápido a sus páginas me llamó la atención leer entres líneas el gran sentido del humor con que estaba narrada. Se trata de una lectur visceral, donde no hay medias tintas, se nos narra en primera persona un punto de inflexión; cómo cambia la vida de una persona en cuestión de segundos, sin tiempo para pensarlo ni verlo. Un cambio absoluto que, poco a poco, nuestro protagonista tiene que interiorizar para poder aceptarlo y sobrellevarlo. Utilizar el sentido del humor para narrar una historia tan cruda, es un regalo (no sólo para el autor, sino para el lector), y sin duda sin él no habría sido lo mismo. Además es un libro de superación, de constancia, de echarle ganas, de no rendirse ante las adversidades y de crecerse ante ellas.
No es una lectura ligera, tampoco diría que pesada, pero sí de esas novelas que dejan un poso enorme. Tampoco es apto para leer en cualquier momento vital, tienes que encontrarte fuerte. Es magistral la forma en que lo narra (aunque yo siempre pienso que la procesión va por dentro), y quiero pensar que con este ejercicio de catarsis ha conseguido liberarse, sentirse un poco mejor y normalizar su nueva realidad. Sin duda, el autor y protagonista de esta historia, ha sido tremendamente generoso y valiente al compartirnos este relato cuando la vida te sacude tan fuerte y ya no hay vuelta atrás. Salir del momentoy mirar al frente, decirle al mundo que sigues aquí con arrojo y superación.
Hanif Kureishi, de origen paquistaní, nació en Inglaterra en 1954. Estudió Filosofía en el King´s College de Londres donde empezó a escribir para el teatro. Su trayectoria desde entonces le ha valido el título de Comendador de la Orden del Imperio Británico y, en 2010, el Premio PEN/Pinter. Algunas de sus novelas han sido llevadas al cine.

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