Las propiedades de la sed.

Esta semana me he leído "Las propiedades de la sed", de Marianne Wiggins. Me lo compré en papel porque lo tenía en mi radar desde hacía un tiempo, y creí que era de esas lecturas que tanto me apasionan y disfruto, y que por eso prefiero tenerlos en formato papel en las estanterías de casa.

La verdad es que ha sido una novela que no me transmitió gran cosa. Me sorprendió la disparidad entre lo que la sinopsis nos resume y lo que yo encontré al leerlo. 
La manera en que está narrado es un tanto turbia, cuesta mucho entrar en la historia y empatizar con sus personajes y entresijos. Sentí que era una novela distante, insulsa, desconozco si es un problema de traducción o de edición, pero continuamente las frases se cortaban o después de un punto (.) seguía una palabra en minúscula.

No ha sido un problema de expectativas altas, sino simplemente cuestión de gustos. Estas cosas pasan, y cada libro tiene un mercado lector diferente.

Marianne Wiggins (Estados Unidos, 1947) es autora de nueve novelas, y actualmente vive en California. Ha obteniendo diversos premios, entre otros: Finalista al Premio Pulitzer de ficción y del National Book Award por el libro "Evidence of Things Unseen (2003). La novela "Las propiedades de la sed" obtuvo el Premio "Whiting Award, de una beca del Fondo Nacional de las Artes, y el Premio Heidinger Kafka, además de haber sido finalista del Women´s Prize for Ficition. 

Sinopsis: Rocky Rhodes lleva años protegiendo con uñas y dientes su rancho de California frente al Departamento de Aguas de Los Ángeles que está drenando sus acuíferos. Es en ese rancho del valle de Owens donde su mujer y él criaron a sus hijos gemelos, Sunny y Stryker, y donde Rocky ha llorado a su esposa desde su muerte. Cuando Estados Unidos entra en la segunda guerra mundial, el Gobierno decide construir en el valle uno de los campos de internamiento en los que confinará a los más de cien mil ciudadanos de origen japonés que viven en los estados de la costa del Pacífico. El director del campo, un chico judío de Chicago, quedará fascinado por la familia Rhodes, especialmente por la joven Sunny. Las propiedades de la sed es una inolvidable novela sobre uno de los episodios más oscuros del pasado estadounidense, pero también es una historia de amor: el de una familia por un paisaje amenazado y el de un hombre por una mujer asombrosa. Una historia universal e íntima, cuyos ecos resuenan especialmente hoy en día, sobre la celebración de los vínculos amorosos y familiares que sobreviven a pesar de las dificultades. Sin duda, una de las grandes novelas americanas de los últimos años, destinada a convertirse en un Clásico.