Cuando los inviernos eran inviernos.

 

He terminado de leerme "Cuando los inviernos eran inviernos", de Bernd Brunner. 

Se trata de un ensayo muy completo que me ha gustado muchísimo. Es una gran oda al invierno y todo lo que le rodea. Para mí, que soy una amante del frío y los otoños-inviernos, ha sido una lectura muy sugestiva. 

El autor escribe muy bien, no lo conocía pero realmente su prosa es magistral, además de interesante. Esta obra ha abierto ventanas a otros libros que ya he anotado, y es que en su interior hay múltiples citas de libros o películas, entre otros.

"Cuando los inviernos eran inviernos", se divide en diecinueve capítulos. Tanto da voz a ese crepitar de la nieve bajo los pies, como lo acompaña de ilustraciones sobre los copos de nieve, o fotos de juegos en la nieve datados del S.XV.
(Nota: El 15/01/1885, Bentley consiguió hacer las primeras fotografías de los cristales de nieve y también fue el primero que fotografió los anillos de nieve).

En este ensayo también hay lugar para el aprendizaje. Yo he descubierto grandes datos históricos que desconocía así como diversas leyendas. Y es que el libro resume de manera muy amena los estudios de exploradores, antropólogos, meteorólogos, climatólogos, astrónomos, etnólogos, cronobiólogos, psicólogos, filósofos, científicos de hoy, etc.

Todos los capítulos me han fascinado, uno habla de la metamorfosis de la nieve (carámbano, espina, cabello de hielo...), otros hablan de las leyendas del invierno y la nieve en países como Islandia, y se nos descubre los múltiples términos que tienen para nombrarlo. Hay otro capítulo que habla del primer hallazgo de esquís (año 6.300 a.C.), contrastando con los esquís que conocemos hoy en día y que llegaron desde la Península Escandinava al centro de Europa con bastante retraso; a finales del S. XIX

Especial mención a los capítulos que hablan del mínimo de Spörer: La Edad de Hielo (entre 1275 y 1300 d.C.). A mí me pareció especialmente instructivo e interesante, todo lo que cuenta sobre el episodio de cuatro erupciones volcánicas en el trópico que duraron cincuenta años, y su influencia en aquellos inviernos.

Aunque parezca que he contado mucho, nada más lejos de la realidad. Esto sólo son unas pinceladas, el interior del libro desgrana muchísimas más cosas, es inmensurable. Me resulta un libro para tener en la mesilla de noche y hojear de vez en cuando sin ningún orden establecido. Es un ensayo de múltiples lecturas y estoy convencida de que siempre resultará igual de sugestivo.

Bernd Brunner (Berlín, 1964) es ensayista y autor de diversos libros en los que la historia, la antropología y las ciencias se combinan para ofrecer abordajes transversales sobre temas insólitos como los acuarios, los osos, la luna, el árbol de Navidad, el arte de descansar o la pasión por los pájaros. Sus obras han sido traducidas al inglés, y colabora asiduamente en medios como "Frankfurter Allgemeine Sonntagzeitung", "The Wall Street Journal", "The Times Literay Supplement" o "The Huffington Post".

Sinopsis: La historia de las civilizaciones parece mostrar que los seres humanos tenemos una clara preferencia por el calor y rehuimos el frío: el calor se asocia con la vida, mientras que el frío parece unido a la muerte; la primavera es la época del florecimiento; el verano, de la maduración; y el otoño, el melancólico presagio de los arduos meses en que todo muere o aguarda dormido una nueva primavera. Pero existen culturas que han prosperado en condiciones de frío extremo, tan exóticas, ricas y fascinantes como las del trópico. A ellas está dedicado este libro, donde se considera el invierno desde múltiples perspectivas -histórica, biológica, antropológica- y se compendian algunas de sus voluptuosidades, como el enorme placer de deslizarse en esquís sobre una pendientes de nieve virgen, o el de descubrir una cabaña humeante, como una isla en mitad del mar de nieve. Bernd Brunner captura la esencia de una estación, más preciosa aún en la era del cambio climático, que es posible amar pese a sus rigores.

Comentarios

  1. Me cuesta el género, lo confieso, a no ser que se trate de algún tema muy concreto que despierte mucho mi interés. Bueno, o que toda una Inspectora Michelin Literario lo recomiende, claro :-))
    Un abrazo bien grande!

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    1. Hola, Bisílaba.
      Aunque parezca lo contrario, el ensayo no está dentro de mi género literario favorito, por eso entiendo lo que dices. Pienso que, por ejemplo, las novelas son muchos más atrayentes y adictivas, más fáciles de seguir una sola historia.

      Este libro está genial, si te atreves con él te darás cuenta de que resulta súper interesante.
      Cambiemos de registro, pues :-)

      Muchas gracias.
      Otro abrazo grande para ti!

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  2. Tomo nota del título/autor porque me parece un ensayo original y muy interesante. Además, como tú, soy proclive a las bajas temperaturas y a la vestimenta paisajística de los meses más duros del año; o lo eran hasta hace poco tiempo, porque en la actualidad tanto el invierno como los entretiempos han quedado reducidos a la mínima expresión. Encima, la reseña es tan entusiasta y se adivinan tantos descubrimientos entre algunos de los adelantos del libro que cuentas que no quiero resistirme a conocerlos a fondo.

    Gracias, Contadora, por compartirlo.

    Besos madrugadores.

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    1. Hola, Una mirada.

      Es un libro muy original e interesante, si además eres como yo, que disfruta de esa época del año y los paisajes que nos regala, pues ya estás tardando en hacerte con él :-)))

      Los inviernos han cambiado mucho, nos estamos cargando el Planeta y donde más se nota es en estos cambios climáticos o de estación (inviernos con calor, y veranos con muuucho más calor todavía).

      Ya me cuentas qué te parece el libro, si finalmente te haces con él .
      Gracias a ti, Una mirada, como siempre.
      Un abrazote!!

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  3. A mi también me gusta el inverno, pero es que tb me gusta muchísimo el verano y la primavera jaja antes no me gustaba nada el otoño porque aquí se ponía a llover y no veíamos el sol en semanas, pero mira, es lo único bueno del cambio climático que como ahora a penas llueve ( en todo caso, para nada tanto como antes) hasta incluso tb le he encontrado el puntito al otoño ; ) Me ha gustado muchísimo la idea que trasladas de este libro. Yo a estos libros yo les llamo libros joya, como matrioskas que vas abriendo y sorprendiéndote de lo que encuentras, para degustarlos despacito, sin tiempo y sin necesidad de seguir un hilo conductor, a parte de que toda la formación de cristales de la nieve es un mundo mágico increíble…una vez leí un artículo en le que explicaba como el agua y el frío reaccionaban al formarse los cristales en función de la energía de la persona que estuviera delante, en fin, todo un mundo alucinante. Así que como siempre mil gracias NÉLIDA, es un gustazo venir a tu casa… eso sí, eres una máquina leyendo.. lees tan rápido que casi no me da tiempo a comentarte entre entrada y entrada.. ; )

    Un beso muy grande, desgraciadamente ahora en abril ya con calor de agosto.. en fin, es lo que hay. Muchas gracias y muy feiz finde cielo!

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    1. Hola, María.
      A tí te gustan todas las estaciones. Biennn! jeje.

      La idea de este libro es muy buena, además está escrito de una manera tan amena e interesante, que de verdad fue un lujo haberme hecho con él.
      Entiendo lo que dices cuando hablas de libros joyas, muy bueno el símil que haces con esas matrioskas que se abren y van destapando sorpresas.

      Efectivamente, se puede releer abriéndolo por cualquier página. No importa el orden elegido, su interior es muy jugoso e independiente.
      Me gusta mucho leer, cuando un libro me engancha lo "devoro", jaja. Literalmente no puedo soltarlo, por eso a veces cuando tengo tiempo me entrego sin reservas a la lectura y avanzo lo que avanzo 😁📚.

      Gracias a ti, María, por tu visita y todas tus aportaciones.
      Un beso grandote!

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  4. Hola Nélida. No creas que te he olvidado, hemos estado liados con el huerto y también un poquino cansados. Por fin ya está para empezar a sembrar que luego nos gusta recoger.
    El título me ha hecho sonreír. desde luego que ya no hay inviernos como los de antes amiga. En Béjar siempre ha nevado, llevamos unos años que un poco y de milagro. Y esta año nada
    Me lo anoto lo presentas muy interesante. Y si conocemos otros climas
    Buen fin de semana.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Laura.
      Sé que no te olvidas, porque el sentimiento es mutuo y siempre te tengo presente. ¡¡Cómo no pasar por tu bitácora si cuando regreso de allí siempre lo hago con energía y buen rollo!! 😍. Como sabes, tu gusto por ver el mundo, es compartido por mí.

      Si te lo lees, espero que te guste. En el fondo es un ensayo muy liviano de leer, por lo ameno e interesante que resulta viajar a los inviernos que nos ofrece. Adelante, amiga!!

      Un abrazo fuerte para ti.

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    2. Y "así" conocemos otros climas.
      ¡Por supuesto!
      Te había entendido, pero gracias por la puntualización. Yo soy igual cuando reviso los comentarios ya publicados y veo que se me escapó una letra, o algo. jaja.
      🤗

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  5. Pues estos libros me resultan distraídos y didácticos, y a mí también, de vez en cuando, me gusta introducirlos entre mis lecturas. El último: "La prehistoria en mi mochila", que aunque no ha cubierto expectativas, combina datos de ésta época en la Península Ibérica, con un viaje para encontrarle una mejor ubicación a la tribu.
    Un besazo, Nélida.

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    1. ¡Hola, Macarena!
      Así es, pienso igual que tú; me gusta intercalar algún ensayo entre tanta novela 😉😍🙌🏻.
      Éste es maravilloso, incluso creo que es atemporal, y que en cualquier momento que se recurra a él, siempre será un placer releerlo.

      Curioso el libro que nos traes, Macarena. No había oído hablar de él, así que tomo nota!!
      Gracias.
      Un besazo.

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