Todos nuestros ayeres.
He terminado de leerme la novela "Todos nuestros ayeres", de Natalia Ginzburg.
Me ha gustado muchísimo, me ha emocionado de principio a fin. La prosa de esta autora, me envuelve en un universo único de emociones, puedo palpar su sensibilidad e incluso hacerla mía, creo que pocas escritoras ahondan en el alma de las personas con tanta excelsitud y lucidez moral.
Leer un libro suyo es sentir cómo te abrazan sus letras, me ha pasado con éste y con los otros dos que leído: Domingo y Las pequeñas virtudes. En "todos nuestros ayeres", describe a los personajes de una manera cercana y humana, los reconoceríamos con facilidad tanto física como espiritualmente. Me ha encantado su gran potencia emocional, sobre todo por la autenticidad de sus personajes y por esa manera tan peculiar de narrar los hechos. En esta obra hay cabida para muchas cosas: amistad, amor, guerra, pasiones, pérdidas, distanciamientos, miedos, incertidumbres, política, clandestinidad, dolor, perplejidad, sacrificios, violencia, injusticias, personas insensibles o personas con el don del amor infinito y desinteresado.
La novela se divide en dos partes: La Primera comienza en un pueblo del norte de Italia, en los años previos a la Guerra, con una familia formada por un viudo entrado en años, sus cuatro hijos y la señora Maria, una especie de ama de llaves. Al otro lado de la calle, vive el dueño de la fábrica de jabón del pueblo, junto a su esposa y tres hijos. Nuestra protagonista es Anna (la hija menor del viudo) pero lo es de una manera parcial, porque sin previo aviso la voz narradora nos adentra en otros personajes secundarios donde suceden cosas que no conoce Anna. En La Segunda parte, Italia ya ha entrado en Guerra y Anna es una mujer casada, que ayuda a esconder en su casa a los fugitivos del régimen fascista. Se narran muchos sentimientos en esta parte, especial mención al desafío que les espera al final para encontrarle sentido a un mundo que ya no está en guerra, donde los actos heroicos ya no son necesarios ni posibles.
Sólo tengo palabras de elogio para esta novela, que no me dejó indiferente y me hizo vibrar a su ritmo. A medida que avanzaba por sus páginas, me embargó todo un abanico de sentimientos; tanto me encogía el corazón como me iluminaba el alma. Por encima de todo, me quedo con el personaje de Cenzo Rena, hombre de una calidad humana extraordinaria.
Natalia Ginzburg (de soltera Natalia Levi) nació en 1916 en Sicilia, hija de padre judío y madre católica. Ella, su hermana y sus tres hermanos se criaron en Turín, en el norte de Italia, en un hogar laico e intelectualmente estimulante. En 1938, a los veintidós años, Natalia se casó con el militante judío antifascista Leone Ginzburg, con el que tuvo tres hijos. En 1942 publicó su primera novela "El camino que va a la ciudad" (para eludir las trabas legales que el gobierno fascista había impuesto a las publicaciones de autores judíos, la novela se publicó bajo el pseudónimo de Alessandra Tornimparte). Durante la guerra debido a las actividades políticas de Leone, los Ginzburg tuvieron que exiliarse en el sur de Italia, pero viajaron a Roma en secreto para seguir trabajando en un periódico antifascista. En 1944, las fuerzas del régimen fascista detuvieron a Leone y lo torturaron hasta la muerte. La guerra terminó un año después, cuando Ginzburg, ahora viuda y madre de tres hijos pequeños, seguía en la veintena. Estas experiencias -su educación, su matrimonio, su materninad, la muerte de su marido y la catástrofe política y moral que supuso la Segunda Guerra Mundial- definirían la escritura de Ginzburg el resto de su vida.
Sinopsis: A veces basta la mirada ingenua de una chiquilla para arrancar una historia que cambiará la vida de dos familias y del mundo entero. Anna, un bicho triste y perezoso en palabras de la propia Ginzburg, es esa niña apocada que vive en un pueblo del norte de Italia en los años previos a la Segunda Guerra Mundial y se enamora de los juguetes de su vecino; es también la joven que casi sin protestar se somete a la violencia del sexo, y es la mujer que sigue a Cenzo Rena, un hombre treinta años mayor que ella, a un lugar inhóspito del sur tras convertirse en su esposa. Anna calla mientras todos a su alrededor hablan y gesticulan: hay quien pasa las noches tramando atentados contra Mussolini, otros que se pasean en coches descapotables o se esfuman sin dar explicaciones. Con la guerra llegan las decisiones importantes y los actos extremos: el escenario se abre, respira dolor, pide dignidad, y el miedo es moneda común. Los que muchos han calificado como la mejor novela de Natalia Ginzburg nos devuelve página a página los gestos de una época y los años que cambiaron para siempre el destino de Europa.
Pues creo que mucho tiene la novela de autobiográfica ¿No?
ResponderEliminarYa he dicho que esta época histórica tan convulsa me fascina por sus múltiples implicaciones y sus muchas aristas. De entre ellas, la forma en la que miles de judíos tuvieron que sobrevivir y retomar sus vidas tras la guerra viviendo, o sobrevviendo, con unas secuelas que los marcarían para siempre. Supongo que me parecen tan sobrecogedores y extremadamente heróicos tales testimonios, que estas experiencias vitales me resultan fascinantes.
Muchas gracias, Nélida.
Un besazo
Hola, Macarena.
EliminarCierto, yo también pienso que la novela tiene mucho de la propia historia de la autora.
Es increíble la manera que tiene de narrar, en serio te la recomiendo mucho.
Además, la lectura se me fue muy rápido.
Quiero seguir descubriendo más obras de esta autora. Parece estar en otra esfera, jugar en otra liga.
Muchas gracias a ti, Macarena.
Espero que leas esta novela y que me cuentes qué te pareció :-)
Un besazo!
Casi histórica, casi intimista, casi ficción, casi real... y, como siempre que leo tus reseñas... apuntada aunque mi ritmo de lectura hace que ya haya "cola" de libros pendientes de lectura...
ResponderEliminar:-)
Un fuerte abrazo, amiga Contadora
Hola, Bisílaba.
EliminarHas dado en la diana: intimista, algo de autobiográfica, histórica, muy real, ficción muy poquita en la parte de nombrar a los personajes y alguna que otra escena que lleva la subjetividad propia de quien lo ha vivido, es algo lógico.
Cuánto me alegra escucharte decir que te vas a hacer con ella, porque creo que te va a gustar. Ojalá tanto como a mí.
Muchas gracias.
Otro abrazo gigante para ti, amiga mía.
La misma vida de la autora es una novela en sí, desarrollada en una época que hubo de ser para ella una de las más horrendas de su vida, por lo tanto, novelar otros personajes dotándolos de sentimientos de toda índole tuvo que ser, además de un intento de distanciarse de sus propios demonios, un ejercicio literario complejo en el que alojar valor, cobardía, bondad, odio... todo ese cúmulo de pasiones que existen en la vida real. Me gusta, además, el título, es sencillo a la par que representativo de lo que aguarda en la lectura.
ResponderEliminarPongo, pues, la novela entre la pila de libros para leer en las próximas semanas.
Un abrazo en día más que primaveral (hasta 16º hemos tenido, fíjate).
Hola, Una mirada.
EliminarAsí es, su vida es digna de una novela, de hecho en ésta descubrirás tintes autobiográficos. Cuando lo piensas fríamente, te das cuenta de su valor como persona, lo que le tocó vivir cómo luchó por escribir para transmitir de la única manera que ella sabe hacerlo, además de hacerse un hueco como escritora de novelas.
Dejó el listón muy alto, amigo.
Me alegra saber que quieres hacerte con este libro, ojalá te guste tanto como a mí. Esta escritora - y particularmente con este libro- te podría gustar mucho.
A mi me gusta tanto que quiero seguir descubriendo más obras suyas.
Gracias.
Un abrazo gigante. Yo compraría tus 16º, y vendo mis 25º que hace hoy por aquí (el calor para el verano, please).
Estas historias nos enseñan la realidad vivida en esa trágica época y son interesantes de leer. Como sigamos apuntando la lista no dejará de crecer. Por fin me trajeron el libro y en a la biblioteca encontré una sorpresa.
ResponderEliminarQue paséis buen domingo Nélida.
Un abrazo.
Síiii, ya vi la sorpresa que encontraste en tu biblioteca, me encantó!! Quedé prendada, una vez más, de esas cositas que te rodean y que tienes a bien compartir con nosotros.
EliminarAdemás la bibliioteca es un primor, y el lugar que le da cobijo es para retirarse a vivir allí un tiempo. ;-)
Laura, la historia que nos trae esta autora en esta novela, es muy especial por la connotación histórica que tiene y por los tintes autobiográficos. Si además de escribir con conocimiento de causa, lo hace con el nivel literario que tiene Ginzburg, ya es para enamorarse una y otra vez.
Te animo a que la leas, creo que no te arrepentirás.
Un abrazo muy grande.