Confusión de sentimientos
Termino el mes de febrero leyendo a uno de mis autores favoritos, Stefan Zweig, en esta ocasión con su novela "Confusión de sentimientos".
Me apetecía volver a la intimidad de las letras de Zweig, a esa sensación que me llena cada vez que me acerco a sus obras. Adoro su prosa tan elegante, me encanta su sensibilidad a la hora de abordar cualquier tema, también la dotación de vida que confiere a cada personaje y la ambientación que recrea. Pero sobre todo saboreo muy especialmente la camaradería que siempre tiene con el lector, ese juego en el que sólo participamos dos y el resto sobra.
"Confusión de sentimientos" no defrauda y leyéndola uno vuelve a admirar al gran escritor que hay detrás. Las letras cobran vida, salen del papel y llegan al lector como una catarata de emociones. Aborda un tema muy personal e íntimo y lo hace de una manera inductiva, sencilla y respetuosa. En esta novela, por encima de los logros materiales alcanzados por nuestro protagonista, brilla lo que verdaderamente marcó su vida, esa parte espiritual y moral que conforman las experiencias vitales.
Sinopsis: Roland, un joven estudiante, está a punto de abandonar los estudios cuando su padre decide enviarlo a la universidad de una pequeña ciudad de provincias. Allí, un brillante profesor despierta en él una nueva pasión: el amor al saber. Deslumbrado, el joven se acerca al maestro y le propone ayudarlo a concluir la gran obra de su vida. El profesor acepta el ofrecimiento, pero pocas veces manifiesta la gratitud que el discípulo ansía y en ocasiones incluso lo trata con una distancia que lo atormenta. Tan devoto como inseguro, Roland se pregunta por qué no es digno del interés de una persona tan maravillosa como el admirado maestro, ¿tan despreciable lo considera?. La respuesta, sin embargo, es mucho más compleja y desconcertante de lo que podía sospechar, y sólo en el otoño de su vida, cuando él mismo se ha convertido en un respetado profesor, es capaz de evocar unos hechos que, ahora lo sabe, marcaron su vida más que todos los honores o éxitos profesionales.
Que sea de Zweig, es ya una garantía de literatura de excelencia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y feliz semana, amiga Contadora
¡Hola, Bisílaba!
EliminarZweig es increíble, ¿verdad?. Cuantos tesoros literarios nos dejó!! 📚😍
Gracias por venir.
Feliz arranque de semana.
Un fuerte abrazo! 🤗
Nunca te he dicho que me encantan las ilustraciones de tus entradas. Creo que las preparas para nosotros con igual mimo con el que tus palabras presentan tus lecturas.
ResponderEliminarDicho esto. Cuando una novela presenta una incógnita que no llega a resolverse hasta las últimas hojas del libro, pero sin defraudar en su desenlace, creo que estamos ante un libro digno de ser leído.
Si tal y como dices, éste es el caso, me subo a este carro.
No sé el por qué ese afán del ser humano de tener que ser aceptado. Supongo que es una etapa de la vida, pero de la vida joven. Y si ese anhelo se vuelve una constante en la vida de una persona, suele ser infeliz. Así que me da que tu personaje puede ser ése que he descrito. Siempre he creído que las novelas transmiten sabiduría y supongo que ésa es una de las conclusiones que se podría extraer de este libro; aunque, claro, sólo lo supongo porque debería leerlo primero.
(Ya estoy divagando)
En fin, Nélida, que me gusta conocer tus impresiones sobre todo lo que lees. Me guía enormemente a la hora de elegir.
Un beso enorme.
Hola, Macarena.
EliminarMuchísimas gracias por tus palabras. Me alegra saber que, en parte, te sirven de guía mis impresiones literarias. En cuanto a las fotos que hago a los libros que comento, me gusta mucho esmerarme en hacer algo "bonito" con la imagen del libro, y me empeño en ello hasta que el resultado sea de mi agrado :-)
Es curioso, pero en mi sentir cada libro tiene su foto, y eso es algo que me gusta encontrar.
Gracias nuevamente por tus apreciaciones al respecto.
En cuanto a la incógnita del libro, es tal y como la has descrito, se sabe al final al estilo grandioso de Zweig. Se me antoja pensar que nadie abarca los temas como lo hace él, por eso entre otras cosas, es un lujo leerlo.
El ser humano necesita ser aceptado, pero por encima de todo necesita ser él mismo, y ambas cosas muchas veces entran en contradicción. Hoy, ayer, hace cincuenta años, hace cien.......Siempre será así.
Espero que, si finalmente te haces con esta lectura, la disfrutes mucho, amiga mía.
Un beso gigante.
Zweig es, sin duda, un maestro de la novela breve y sus temáticas, pariendo de lo sencillo, alcanzan ese grado magistral de las grandes obras, esas que, como esta, son atemporales y cercanas. Por otra parte, es un autor a quien se suele traducir muy bien, precisamente porque escribía con una elegancia que no necesitaba recurrir a subterfugios. Es único, también, a la hora de "explicar" los desenlaces, como en este caso, donde un secreto es la razón que sobrevuela a los personajes.
ResponderEliminarEs un escritor que me encanta. Vine bien, de vez en cuando, airear sus libros y reencontrarse con su prosa.
Un abrazo grandioso.
Hola, Una mirada.
EliminarCiertamente, apetece siempre regresar a las palabras de Zweig. De vez en cuando, recomiendo una lectura de este autor. Es como centrar el eje, descubrir, sentir, darte cuenta de la calidad, saborear su literatura, etc.
Totalmente de acuerdo contigo en la importancia de la traducción, y en lo bien que han conseguido traducir las obras de Stefan Zweig. Todos sabemos que una mala traducción lejos de enamorar, no engancha nada y pierde fuelle.
Gracias, Una mirada.
Un abrazo grande para ti.
No he leído nada suyo. Y habrá que descubrirlo. Así como descubrir la pregunta que se hace Roland y solo descubre muy tarde.
ResponderEliminarBuena noche Nélida.
Un abrazo.
¡Hola, Laura!
EliminarTe animo a que descubras a Zweig, no te vas a arrepentir. Ya estás tardandooo. jaja.
Difícil para mí elegir una sola obra de él, cuando me gustan tantísimas. Pero tal vez, te diría que empezaras por "Carta a una desconocida", una buena muestra de su impronta literaria.
La pregunta que se hace Roland la entiende, la recuerda y la rememora en su madurez. Porque en ese momento se maduran y se hace resumen, de las cosas que verdaderamente han importado en tu vida, por encima de los logros materiales.
Gracias, querida Laura.
Un abrazote.