La historia de Samuel Titmarsh y el Gran Diamante Hoggarty.

 

He terminado de leerme "La historia de Samuel Titmarsh y el Gran diamante Hoggarty", de William M. Thackeray.

 Ha sido muy divertido leer este libro, donde desde la primera página hasta la última, se respira la sátira y el sarcasmo. Un humor inglés muy peculiar y destacable.

Cuando nuestro protagonista recibe la llamada de su tía (una mujer rica) indicando que se reúna con ella, éste cree que le va a dar dinero, pero resulta que le da un broche con la foto de su tío con un diamante insertado. Éste es el punto de partida de esta historia y de cómo el Diamante pasa a ser el principal protagonista de la misma. Teniendo como base la opulencia que proporciona a su propietario dicho objeto, el autor va tejiendo una historia muy, pero que muy, peculiar y fantástica.

Me ha sorprendido porque a pesar de estar escrito en la primera mitad del siglo XIX, bien podría ser una historia de actualidad, cambiando hoy en día unos hechos por otros similares. Lo que está claro es que el dinero y el poder, siempre ha movido a la gente y sus prejuicios (en pasado, presente y futuro). 

Además es un libro aleccionador y hasta con moraleja. Tiene mucho descaro, camaradería, pero no sólo  en las cosas que se suceden sino en la manera que tiene el autor de contarlas. Tampoco ha hecho falta que el autor nos desvele el dato para situarnos en aquella Londres convulsa y encontrar similitudes en el conocido escándalo de una empresa real de entonces (la Independent West Middlesex Fire and Life Assurance Company) y lo que acontece en esta novela.

Yo lo he pasado muy bien leyendo esta historia. Es un libro cortito, tan sólo doscientas cincuenta páginas, pero suceden tantas cosas y caben tantos personajes en ella, que descubrirla es una continua fascinación.

Por ponerle una pega, pero sólo en algunos momentos, se ve venir los hechos, volviéndose la lectura un poco predecible. Pero tampoco lo catalogaría de pega porque pienso que hay algo de autobiográfico en toda esta gran Historia de Samuel Titmarsh y el Gran diamante Hoggarty.  

Resumiendo, me ha gustado muchísimo este gran Clásico del siglo XIX firmado por un gran autor que aún no conocía.

Willian Makepeace nació en Calcuta (1811) y falleció en Londres (1863). Autor clave del realismo inglés, durante su época sólo existió otro autor a su altura en celebridad: Charles Dickens. Hijo único de un comerciante, se quedó huérfano de padre a los cinco años, por lo que fue enviado a Reino Unido con una tía suya, que sirvió de inspiración para uno de los personajes de esta novela. Estudió en la Chiswick Mall Chaterhouse School de Londres y luego en el Trinity College de Cambridge, pero dejó los estudios para viajar por Europa. Luego inició estudios en Derecho, Pintura y Dibujo. Tackeray es reconocido aún hoy por su habilidad en el retrato de los personajes, las estructuras argumentales brillantes y el empleo de la sátira: su obra destila un humor tan corrosivo como atemporal. Además de esta novela, tambien es autor de "La feria de las vanidades" y "Barry Lyndon".

Sinopsis: He aquí la divertida y también "educativa" historia del joven Samuel Titmarsh, heredero de un famoso diamante y empleado en una compañía de seguros londinense. Prepárense para sonreír cada poco, pero también para soportar el peso de lo que solemos llamar "verdades como puños": esta novela está tan llena de humor como de certezas sobre el género humano y sus ambiciones. La singular tía Hoggarty, el fiel amigo Gus Hoskins, el ambicioso empresario Brough y un sinfín de personajes más desfilan por estas trepidantes páginas cuyo eco llega, y muy vivo, hasta el presente. "Cuando aparecí en el pueblo mi tía Hoggarty me regaló un alfiler con un diamante; mejor dicho, un guardapelos grande y anticuado. En medio del broche se veía a su esposo vestido de uniforme. Alrededor había trece mechones de pelo, pertenecientes a la docena larga de hermanas que el viejo caballero tenía. Y como todos estos ricitos compartían el color rojizo brillante de la familia, el retrato del señor Hoggarty parecía una gruesa loncha de ternera roja en un plato de esmalte azul y parecía que la colección de pelos en cuestión iba a salir despedida del diamante. Mi tía, no hace falta que lo diga, es rica. Y yo pensaba que tenía tantas posibilidades de convertirme en su heredero como cualquier otro. Con frecuencia tuve que tomar el té con ella, aunque había Cierta Persona en el pueblo con quien me habría gustado pasear por los campos de heno en aquellas doradas tardes de verano".

Comentarios

  1. Mira, pues tal como lo cuentas, me apetece leerlo!
    Contadora, y qué bonitas fotos acompañas a cada reseña.
    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Bisílaba!

      Es un libro muy agradable de leer, y si lo haces con los ojos de la época que lo vio nacer, muchísimo mejor.

      Muchas gracias por tus visitas! Me alegra mucho que te gusten las fotos que acompañan cada una de mis entradas. Me gusta que el libro se vea bien bonito, porque es lo menos que merece :-) y ciertamente le doy vueltas hasta que consigo dar con la foto que me satisface (pero ya eso es por gusto personal y afición a la fotografía en general).

      Un abrazote!

      Eliminar
  2. Menudo aluvión entusiasta, chica, con tu lectura. Por el título, y sin conocer nada más, se diría que se trata de una novela de aventuras en la línea de las que se leían en la primera adolescencia y con las que tan buenos ratos se pasaban.
    La sinopsis y tus apreciaciones la dibujan muy bien, así que, cuando haya oportunidad, es posible que le dé un vistazo.

    Abrazos entre nieblas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Una mirada!

      Es un libro que, de verdad, merece la pena. Tampoco esperes nada del otro mundo, pero sí que se trata de un libro que lo tiene todo en cuento a calidad literaria, perfil de los protagonistas, atmósfera de las situaciones, escenarios, etc.

      Sí, puede ser un libro de aventuras....y desventuras también. Es un libro cortito, como digo, pero donde cabe de todo :-)
      Ya me contarás qué te pareció, si finalmente te decides a leerlo.

      Más abrazos, hoy con lluvia y frío (biennnn).

      Eliminar
  3. Parece que pinta bien. Ya sabes que no me gustan los libros cortos. Suelen saberme a poco. Yo suelo ser de "libracos", de dale que te pego día tras día hasta llegar a un final que, cuando es satisfactorio, me produce hasta tristeza (por eso de que se acabe). No obstante, tal y como lo describes, puede ser una lectura muy distraída para, por ejemplo, un largo viaje de avión jejejejeje
    Un fuerte besazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Macarena!

      Es que a mí, si un libro es bueno me da igual que sea corto o largo, con que lo disfrute y me deje buen sabor de boca!!
      Me he encontrado libros cortos que son una maravilla, y libros largos que han sido un bodrio. Así que no me fijo en el tamaño.
      Pero entiendo lo que me dices.

      No ostante te diré que SI, rotundamente sí es un buen compañero de viaje :-)))) Un viaje largo en avión, o esos momentos en cualquier viaje donde el que descansar mientras se lee, se vuelve un doble placer!!

      Gracias por todo.
      Un beso gigante, amiga.

      Eliminar
  4. Tampoco conozco a este autor, pero soy muy fan del humor inglés y esta editorial suele publicar cosas muy buenas. Si a eso le añadimos la comparación con Dickens y tu reseña, es claro candidato a formar parte de mi biblioteca.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Tawaki.

      Es un libro diferente y original. Es cierto que últimamente esta editorial está publicando cosas muy interesantes, yo me he hecho con unos cuantos que no han podido gustarem más.
      Espero que disfrutes la lectura, si finalmente te haces con él.

      Gracias.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Querido Miguel.

Los indianos

La particular memoria de Rosa Masur.