La palabra heredada.


Acabo de terminar de leerme "La palabra heredada", de Eudora Welty. 

Me ha encantado este libro que recorre las memorias de Eudora Welty, escrito por ella misma a modo de autobiografía, y acompañada de imágenes familiares de la edición original. La obra está estructurada en tres partes aunque se leen como si fuera una sola, basadas en unas charlas que impartió en la Universidad de Harvard (I. Escuchar / II. Aprender a ver / III. Encontrar una voz). 

Me ha parecido un libro delicioso, pienso que es una buena elección para empezar a conocer a la autora ya que nos desvela su vida entera y al mismo tiempo nos muestra su buen hacer con las letras. Creo que es toda una reina de la palabra escrita, su lenguaje es rico y pulcro, su manera de evocar sensaciones es admirable, y esa forma de hacer propia las conexiones entre la vida y la escritura, es todo un lujo para el lector. Es un libro sencillo pero inmenso a la vez. Estoy contenta porque ha sido todo un acierto, tanto por mis gustos, como por la calidad de su contenido y autoría. 

Es un recorrido por su vida, desde la infancia hasta su edad adulta (escribe el libro con 75 años). Está redactada con ricas descripciones a modo de anécdotas, de vivencias, de esa curiosidad innata que acompaña siempre a la autora. A medida que recorremos sus páginas, percibimos que nada es casual en su vocación de escritora. Empatizamos con ella y su amor por los libros, admiramos su capacidad de observar y aprender, de darle vida a las cosas que le rodean. Pero especialmente nos seduce esa manera tan suya de recrear historias y personajes, recurriendo a los recuerdos y personas que formaron una parte importante de su vida. 

Eudora Welty (1909-2001) nació en Jackson, Mississippi. Fue la primera escritora que vio publicada en vida su obra en la prestigiosa Library of America. Estudió en la Universidad para Mujeres de Mississippi. Continuó sus estudios lejos del Sur, en la Universidad de Wisconsin-Madison, y luego en la Universidad de Columbia. Durante los años treinta trabajó como fotógrafa en la Agencia Estatal de Administración Laboral, destacando sus fotos de la Gran Depresión. Pero como ella misma dice en este libro, su pasión era la literatura y la dirección que tomaba su vida hacia ella era muy clara y destacada.  En 1936 apareció su primer relato "Death of a Traveling Salesman", que llamó la atención de Katherine Anne Porter, quien se convirtió en su mentora. A esto le siguió su primer libro de relatos, "Una cortina de follaje" (1941), "Boda en el Delta "(1946), "El corazón de Ponder" (1954), "Las batallas perdidas" (1970) o "La hija del optimista" (1973) que la hizo merecedora del Pulitzer. Destaca entre sus obras, "La palabra heredada" (Impedimenta 2012) autobiografía de la autora. 

Sinopsis:  En este libro los recuerdos de la niñez de Eudora Welty se vinculan a los comienzos de su carrera literaria, y se recrea un mundo que ya no existe con la sutileza y el ingenio que siempre caracterizaron la obra de ficción de la excepcional autora sureña. El sonido de los relojes, las altas montañas de Virginia Occidental, la madre independiente y enérgica. La emoción de lo que se rememora y nunca volverá. Inicialmente concebida en forma de tres conferencias impartidas en Harvard, la obra se convirtió en un auténtico best seller en 1984, y se mantuvo durante meses entre los libros más vendidos de la lista de New York Times. Estamos, pues, ante una joya del género biográfico, recuperada ahora con las imágenes familiares de la edición original, y la mítica traducción de Miguel Martínez-Lage, revisada y corregida para la ocasión. 

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P.S: El traductor de esta novela, fue contactado y contratado para traducir "Las batallas perdidas". Él, que tanto reverenciaba a Eudora Welty, puso una única condición para realizar dicho trabajo; que se comprometieran a publicar también "La palabra heredada" y que la traducción fuera suya pues no estaba contento con la edición que se había sacado al mercado de esta autobiografía. Después de ese trabajo, Miguel tradujo "Las batallas perdidas", pero no pudo llegar a corregirla porque le sobrevino una muerte repentina. 

Comentarios

  1. Fascinante el haberte leido Vendes muy bien No necesito comprar el libro

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  2. Al hilo del post scriptum, qué desapercibidas pasan las personas que traducen las obras de quienes no escriben en castellano. Son, a fin de cuentas, las que hacen posible que sintamos los libros, las responsables de traernos la razón y el pensamiento del autor/autora original. Recordaba, leyendo lo que contabas del traductor de esta novela, a John Dos Passos y al traductor de sus obras al castellano, José Robles, con el que tenía una afinidad única porque la admiración que sentía Robles por Dos Passos se traducía en el respeto y la consideración que le merecía a Dos Passos el buen hacer que imprimía Robles en su conversión al inglés de las novelas del norteamericano. Había tal sintonía que cuando los comunistas asesinaron a Robles, Dos Passos tuvo un enfrentamiento durísimo con Hemingway que, pese a conocer a José Robles y sentir aprecio hacia él, consideró como un simple incidente de guerra su ejecución. Allí se acabó la amistad entre Dos Passos y Hemingway, que no retomarían, aunque con cautela por parte del primero, hasta poco tiempo antes del suicidio de Ernest Hemingway.

    Viene a cuento lo anterior porque la traducción es mucho más que un oficio. Como lectores y lectoras no siempre valoramos su importancia porque no somos conscientes de que una obra traducida que nos resulta sublime lo es porque quien la ha traducido no se ha limitado a volcar una palabra de un idioma a otro, sino que ha reescrito el texto con exquisito cuidado, trabajando la armonía de las frases y dándole el sentido justo que el autor quiso exponer en su obra.

    Si puedo, leeré la novela. El título -ay, los títulos- da ya su medida, además de la buena crítica tuya.

    Un abrazo grande.

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    1. Hola, Una mirada...

      Pienso, que en la mayoría de los casos, está infravalorado el trabajo del traductor de libros.
      Para mi es un trabajo súper importante, ya que de una buena traducción obtenemos un libro fiel que llega al lector con el mismo sentimiento que lo vio nacer en su lengua de origen. Eso es un lujo, que sin el trabajo del buen traductor no conseguiríamos.

      Esto se hace especialmente importante en casos como el que tú describes o el que yo comento en esta misma entrada; cuando los traductores sienten especial devoción por el autor cuya obra quieren traducir.
      ¡Qué diferente sería un libro sin esa gran labor profesional! Le cambiaría el significado a muchas cosas, las percepciones no serían las genuinas y el sentimiento que nos anida mientras leemos estaría desvirtuado.

      Lo resumes muy bien y por eso subrayo tus palabras: "Una obra traducida que nos resulta sublime lo es porque quien la ha traducido no se ha limitado a volcar una palabra de un idioma a otro, sino que ha reescrito el texto con exquisito cuidado, trabajando la armonía de las frases y dándole el sentido justo que el autor quiso exponer en su obra."
      No hay otra.

      Espero que si te animas a leer este libro, te guste tanto como a mi.
      Gracias!
      Un fuerte abrazo.

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  3. Fe de erratas: Donde dice... el buen hacer que imprimía Robles en su conversión al inglés de las novelas del norteamericano, debe decir... el buen hacer que imprimía Robles en su conversión al castellano de las novelas del norteamericano.

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  4. Jolín, Nélida, qué alegría ¡Cómo te ha cundido el verano! La verdad es que yo también he empleado muchísimo tiempo en la lectura. Ya hablaremos sobre cuáles han sido. Eso sí, no me he despegado del libro electrónico al que ya adoro como si jamás hubiera conocido el papel. Es que, además, para viajar desde luego que es lo más cómodo y útil.

    Las autobiografías no son lo mío, creo que ya lo sabes, pero con tan excelente referencia, casi que voy a tener que animarme.

    Muchas gracias siempre por compartir tus impresiones con todos. A mí me sirven de mucho.

    Un beso grande.

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    1. Hola, Macarena.
      El libro electrónico tiene muchas ventajas, lo reconozco, pero yo no puedo despegarme del libro en papel. Si por mi fuera los compraba todos en papel, pero por logística y por economía (jiji), alterno con el libro en formato electrónico, que también está muy bien eh??.
      Pero el pasar las páginas de papel con el dedo, ese olor, el tacto, el estar en una página leyendo y sentir la necesidad de ver la portada del libro sobre la marcha, o algún capítulo anterior. Me encantan!!!
      Soy una enamorada de las antiguas, Macarena, jajaja. Prefiero el papel que las pantallas modernas.

      Sé que no eres de biografías, sí. Pero tal vez descubrir a esta mujer te resulte sumamente grato y agradable con este libro. No sé, en todo caso si finalmente te animas a leerlo, ya me cuentas.

      Y siiiii, estoy deseando que me compartas tus lecturas de verano, y tus impresiones.

      Mil gracias. ¡Bienvenida!
      Un besote grande.

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