Los viejos creyentes.
Esta semana me he leído la que será mi última lectura de este año que está a punto de terminar. El libro se titula "Los viejos creyentes" y su autor es Vasili Peskov.
Se trata de una historia muy humana contada desde la objetividad y el respeto, desde la cercanía y convivencia. Para un periodista (el autor de este libro) la historia es toda una golosina; el descubrimiento de unos ermitaños que viven aislados por sus creencias religiosas, lejos "del mundo". Cuando le contaron el hallazgo, él decide ir hasta allí una vez termine el invierno. Y así lo hace, verano tras verano, durante ocho años seguidos.
Esta historia real se remonta desde los tiempos de Pedro el zar, trescientos años atrás, cuando sus leyes estatales entran en conflicto con la religión y muchas familias fieles a sus ideologías deciden vivir sin contacto con "el mundo", algo relativamente fácil por las grandes extensiones del país, pero que prácticamente nadie consiguió porque el ejército ruso decidió perseguirlos y obligarlos a volver y cumplir con las leyes impuestas. Pero he aquí una familia que consiguió permanecer oculta por más de cincuenta años, hasta que un grupo de geólogos que viajaban hasta esos páramos por trabajo los divisan desde el helicóptero. Incrédulos se acercan y descubren que se trata de una familia de "Viejos Creyentes".
El libro avanza en forma de testimonios sobre la relación de todos los miembros de esta familia y esa toma de contacto con "el mundo"(importante saber que los hijos nacieron allí por lo que no conocen nada ni a nadie más en el mundo). A veces se nos relata todo en forma de diario, otras en anécdotas y vivencias, en otras partes del libro el reportero transcribe literalmente conversaciones entre ellos. Y un gran plus añadido, es que el libro contiene fotografías (robadas podríamos decir, ya que eso también "no estaba permitido en su fe") de nuestros protagonistas, del lugar donde vivían, del huerto del que se abastecían, de los utensilios que utilizaban en su día a día, etc.
Como lectora, me fascinó conocer a Agafia -la hija menor que tenía entonces treinta y nueve años- , fue un lujo haber entrado en su mente y en su corazón a través de sus costumbres y creencias, de esa forma de ser tan particular. Pude sentir sus sentimientos, pude leer en su mente algunas preguntas silentes cuyas respuestas al tiempo temía conocer. Me enamoró su sencillez y su gran capacidad de adaptación, su falta de miedos y su recia fe más allá de toda circunstancia y condición. Llama la atención su simpatía y cercanía, su instinto curioso y generoso, así como esa particular inteligencia incipiente que sobresale al más mínimo estímulo.
Me emocionó, por encima de cualquier crítica hacia ellos, la coherencia con que viven y dejan vivir, la manera tan humana y cercana de hacer el bien a todos. Se forja un vínculo muy estrecho en esos años de visitas, de amistad sincera y verdadera, de sentimientos puros y no falsos ni contaminados. Pero sobre todo un continuo aprendizaje y no solo por parte de la familia ermitaña, sino de los científicos y del lector. Particularmente me llevo grandes lecciones de nuestra protagonista, no puedo estar más agradecida y feliz por haberla conocido y porque el autor nos la haya presentado de esta manera; sin máscaras ni velos, sin juicios de valor ni críticas.
He vivido (más allá de leído) un libro que te hace pensar...... y sentir, empatizar, entender, respetar. Un libro con el que además he aprendido muchas cosas que desconocía. Me ha dejado sensaciones muy agradables metiéndome de lleno en esas remotas montañas plagadas de necesidades y peligros. Me ha hecho participar como una más de esas conversaciones, durmiendo en el suelo con la familia ermitaña, escuchando atentamente, alegrándome con sus alegrías, sorprendiéndome con sus descubrimientos... En definitiva viendo con los ojos nuevos de unas personas que "no están contaminadas del mundo" y observando el alma que se les escapa en cada gesto, en cada decisión, en cada pensamiento. Sin duda, esta es una historia de personas valientes y sorprendentes, que no descarto releer en cualquier otra ocasión.
Vasili Peskov, nació en 1930 en Orlovo. Fue reportero gráfico, periodista y presentador televisivo. En 1960, publicó “Notas de un fotógrafo” y le siguieron los siguientes títulos: "Steps on Dew" (1963), Premio Lenin de Literatura en 1964, “The Roads of America” (1973), y “Los viejos creyentes" (1994). Es Premio del Gobierno de la Federación de Rusia. Terminó sus días la noche del 12 de agosto a los ochenta y cuatro años en Moscú, tras una larga enfermedad.
Sinopsis: A finales de los setenta, un piloto ruso que sobrevolaba un tramo montañoso y remoto de la taiga siberiana descubrió en medio de una escarpada zona boscosa un pequeño rectángulo de terreno con una cabaña. En aquella olvidada parte del mundo, la existencia de núcleos humanos era estadísticamente imposible. Poco después, un grupo de científicos se lanzaron en paracaídas sobre la zona y, atónitos, descubrieron que en la primitiva cabaña campesina de madera habitaba una familia, los Lykov, pertenecientes a la secta de los Viejos Creyentes, congelados en las costumbres de los tiempos del zar Pedro el Grande. Para cuando Vasily Peskov, periodista del Pravda, conoció esta historia, no habían contactado con nadie en casi cincuenta años y el único miembro que quedaba era Agafia: la hija más joven.
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Les deseo a todos los que hasta aquí llegan para acompañarme semana tras semana, que sigan disfrutando de unas Felices Fiestas Navideñas y que el Nuevo Año nos permita sentirnos felices con la vida y con uno mismo. Salud y suerte para todos. Muchos besos y abrazos!!. Nos vemos en el 2021, con nuevas lecturas -entre otras cosas-.
Esta es una historia que me interesa muchísimo. Fíjate que tanto me llama la atención que, por algo así, parte de mis vacaciones la he pasado en comunidades remotas, como con la tribu piaroa en la Amazonia venezolana o en un hato llanero en las estepas del Capanaparo y Cinaruco ¡En fín!...Me llama la atención el hecho de que haya gente que prefiere vivir en plena estepa o selva antes que hacerlo en nuestras "cómodas" ciudades. Pero ¿sabes? Se gana muchísimo con este tipo de experiencia, más para mí que soy escritor, de hecho, mi primer cuento lo escribí en los años '90 y está basado en los relatos que Seferino Tovar, un anciano semi-ermitaño me contó. Su título es "Tigrero" (ya te puedes dar cuenta por qué el nombre del blog) Pero, volviendo a tu lectura. No me parece raro que estas cosas pasen, sobre todo asociadas a la religión, incluso, en lugares tan tecnificados como los Estados Unidos, todavía hay comunidades que tratan de no contaminarse con la civilización y se mantienen en una suerte de cápsula del tiemo.., Los menonitas o amish...que no son más que los mismos puritanos que se han puesto al margen de la historia para no evolucionar con ella...¡Caso de estudio ¿cierto?
ResponderEliminarTe voy a dejar acá el cuento tigrero (que es muy breve) Pero para leerlo tienes que hacerlo por el blog de un amigo, allí está colgado. Primero vas a ver un cuento llamado Ojos de Buhó y luego está tigrero pues me es imposible paártelo aparte. Espero que te guste. Feliz navidad y un beso a la distancia
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https://robertomolinares.blogspot.com/search?updated-max=2020-08-31T16:05:00-07:00&max-results=11
Hola, Alí Reyes.
EliminarMe gusta tu plan de vacaciones, me alegro de que las hayas podido ponerlas en práctica.
Por lo que cuentas, creo que este libro te podría gustar mucho. No solo en contenido que es magnífico, sino la crónica en que está narrada, esa naturalidad y transparencia nos hace vivirlo todo con mucha cercanía e intensidad.
Espero que te hagas con él, si es el caso y te gusta, házmelo saber. Gracias!!
Cuando tenga un hueco iré a leer tu relato, con mucho gusto. Seguiré las indicaciones que me has marcado.
Felices Fiestas Navideñas para ti también. Y buena entrada de Año Nuevo!!
Un beso.
Pues Nélida, me dejas fascinada porque hace unos pocos días leí un artículo de una campesina que lleva toda una vida aislada en una remota cabaña de Rusia. Al parecer, ni siquiera sabía de los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial. Vivió en su cabaña con sus padres y sus tres hermanos, pero tanto su madre como sus hermanos murieron hace muchos años de una gripe. Finalmente, cuando murió su padre, siguió sola con sus costumbres. También fue descubierta y hoy día, le llevan alimentos en helicóptero desde una aldea cercana; pero sigue aislada. Así que, como verás, debe ser algo común que, en un territorio tan extenso como Rusia, se den este tipo de historias.
ResponderEliminarEs realmente alucinante que en un mundo globalizado e hiperconectado como el nuestro haya todavía "personas perdidas".
Creo que leer este libro me resultará apasionante, más aún si está escrito por la mano de un periodista que, intuyo, habrá plasmado una especie de crónica de la vida de esta persona.
Un besazo, Nélida.
Te deseo un año mucho mejor que el que hemos pasado.
Hola, Macarena.
EliminarHe ido a mirar en internet para ver esa noticia que habías leído y resulta que........ ¡¡Es ellaaaaaa!!!!, la protagonista de este libro es la misma ermitaña que aparece en las noticias. Es Agafia.
El libro fue escrito en 1994 pero su traducción al castellano es reciente, supongo que por eso han salido ahora estas noticias.
No obstante el libro cuenta mil cosas más por supuesto, no deberías perdértelo, por lo que me escribes intuyo que te podría gustar mucho. Ojalá te hagas con él, ya me contarás!!
Y no, no hay muchas familias en Rusia viviendo como ella, es más, diría que su familia fue la última. El libro te cuenta -por boca del patriarca- cómo capturaron al resto de ermitaños que se habían asentado no muy lejos unos de otros, pero solo ellos "sobrevivieron" a la redada y siguieron su vida de "Viejos Creyentes".
Por si no me expliqué bien, cuando hablo de remontarse trescientos años atrás, y eso lo cuenta muy bien el libro, es para poner en Historia la procedencia de los "Viejos Creyentes". Pero efectivamente esta familia no vivió aquellos primeros tiempos, nacieron muchísimo después.
Por cierto me ha encantado saber de Agafia ahora en la actualidad, no se me había ocurrido buscarla en internet, ni antes de leer el libro ni una vez terminado. Tengo que darte las gracias por ello, por haber sido mi inductora.
Me encantaría hablarte de tantas cosas que cuenta el libro. Son siete años de visitas y convivencia, de tantas conversaciones, vivencias, creencias, recuerdos...... pero descuiden que no haré spoiler :-))))
Muchísimas gracias por tu comentario, Macarena.
Te deseo un 2021 maravilloso, mejor que este que termina.
Un beso enorme!!.
Es la primera vez que leo sobre esas personas y la historia me resulta tan fascinante como desconcertante; porque no se trata de unas de esas tribus de la Amazonia o del África salvaje, sino de gentes del Viejo Continente, donde el sentido común siempre nos indicaba que todo estaba visto, estudiado y cartografiado. Solo en una inmensidad como la antigua Unión Soviética podía darse semejante situación de aislamiento humano que, incluso en los años setenta, resultaría increíble para quienes tuvieron el privilegio de contactar con esa familia. Hoy, en la Era de la Globalización, es todavía más insólito y, por ello, digno de estudio. De todo ello lo que se extrae es la extraordinaria capacidad humana para proseguir una ruta ajena a la civilización normalizada y oficial sin más acicate que las propias convicciones.
ResponderEliminarComo la curiosidad me azuza, voy a poner todo mi empeño por ahondar más en esas vidas ancladas en el pasado, así que te estoy muy agradecido por haberme puesto delante esa golosina etnográfica.
Buena entrada en el Nuevo Año y ojalá que cada deseo, íntimo y colectivo, se haga realidad en este mundo cambiado y cambiante por el que transitamos.
Un abrazo inmenso, Nélida.
Hola, Una mirada........
EliminarCoincido contigo en pensar que es todo un privilegio haber sido las primeras personas “fuera de su mundo ermitaño” que vieron y conocieron la familia Lykov. Te aseguro que esa primera toma de contacto, así como las sucesivas en aquellos años setenta, no tienen desperdicio. Ni eso, ni la maravillosa manera en que el libro nos lo cuenta.
Yo sigo entusiasmada y me alegra haberte contagiado parte de ese entusiasmo,. Espero que encuentres muchas cosas interesantes, estoy convencida de que será así, y que disfrutes con la cartografía de la Siberia Rusa.
Ciertamente los pasajeros de aquel helicóptero no daban crédito a lo que veían. Tuvieron que ir a pie hasta allí (una zona de difícil acceso), para después de horas caminando y verlos en persona seguir incrédulos. No es para menos.....
Los libros te llevan a viajar lejos y conocer personajes nuevos. En esta ocasión me llevó a un sitio muy lejano y a conocer a una familia muy real y entrañable.
Uno piensa si podría vivir como aquellos “Viejos Creyentes”, yo pienso que no podría, decididamente no. Y entonces es cuando admiras a esa mujer por su forma de pensar, de actuar, de adaptarse, de socializarse, sin dejar de lado su esencia y creencias.
Muchas gracias por tus buenos deseos para este Año Nuevo, me ha gustado tanto que suscribo cada palabra para desearte lo mismo a ti y los tuyos. ¡¡¡ Muchas gracias y Feliz Año 2021 !!!
Un abrazo inmenso.
Lo pequeño que es el mundo Interesante el libro y lo que cuenta también Macarena. , Habrá que interesarse por él. Y siempre gracias por tus recomendaciones.
ResponderEliminarTe deseo un buen 2021 Nélida. Con mucha salud, y que no nos falten los sueños.
Feliz Año Nuevo. Cuídate.
Un abrazo.
Hola, Laura.
EliminarLo pequeño que es el mundo, así es, nos queda tanto por descubrir y por aprender...........y qué bueno cuando lo conseguimos a través de los buenos libros. Qué gran poder tienen y qué gran valor la de esos escritores que transforman las palabras en tremendas emociones y sensaciones.
Gracias por tu comentario.
Te deseo un Feliz Año Nuevo 2021, Laura. Que no nos falten los sueños, que tengamos salud, mucha tranquilidad y mucha felicidad.
Un beso grande.
No me llama. Y eso a pesar de tu buena crítica y de todo lo que has aprendido. No es frecuente encontrar un libro que te haga pensar, pero sin que sepa explicar por qué, me quedo con otras lecturas. Y con otro sello editorial, porque esa valentía que muestra Impedimenta al publicar parece que no va mucho conmigo. Me quedan dos por leer y quizás puedan dar vuelta a la tortilla. Ojalá.
ResponderEliminarHola Tawaki.
EliminarHay que seguir esos pálpitos que todos los lectores tenemos, ellos nos llevarán a grandes lecturas.
Mi balanza con Impedimenta es muy positiva, pero no a todos nos gusta las mismas cosas, obvio.
Espero que tengas más suerte con la elección de tus futuras lecturas. Ojalá.
Muchas gracias por tu comentario. Un beso.
·.
ResponderEliminarUna reseña impresionante. Has conseguido que me meta dentro del libro, en la taiga, en la cabaña. Y ya veo que tu también. Una suerte la tuya. Lo habrás hecho con una intensidad envidiable.
Bueno, comienza un nuevo año. Para ti y ols tuyos mis mejores deseos, salud y belleza en todo o que mires y toques.
Un beso
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LaMiradaAusente · & · CristalRasgado
Hola, Alfonso.
EliminarQué bueno leer esto que dices, que tras leerme tú has sentido como si estuvieras en la misma taiga.
Aciertas al pensar que lo viví con mucha intensidad, así fue, es uno de esos libros que se quedarán conmigo para siempre.
Mis mejores deseos especialmente para ti también, para tu familia y toda esa gente que siempre está cuando se le necesita.
¡Qué bonito eso de "salud y belleza en todo lo que mires y toques"! Gracias mil.
Un beso grande.
Hola Contadora...No pude aguantar la tentación y , aligual que hizo una de tus seguidoras, busqué en youtube y ¡Ahí está!...Un corto acerca de esa señora perdida en ese monte...No fue el libro pero quedé con la boca abierta
ResponderEliminarHola, Alí.
EliminarEs una mujer fascinante, ¿verdad? Y con una vida que jamás pude imaginar que alguien podría llevar. Me quedé admirada con sus capacidades y con su recia fe, con ese don que Dios le ha dado para llevar la vida que quiere a pesar de tantas vicisitudes.
Me encantaría tenerla delante, para darle un abrazo. Con eso y una mirada se lo diría todo.
Este libro ocupa un lugar muy especial para mi, sé que nunca lo olvidaré.
Gracias de nuevo por compartirme tus impresiones!!
Un beso.