Carta de una desconocida.


Esta semana me he leído el libro “Carta de una desconocida”, de Stefan Zweig. Y me ha encantado. 

Cuando uno termina de leer libros como éste, se da cuenta de la grandeza de la palabra escrita y de la genialidad que solo unos pocos autores poseen para ponerla de manifiesto. 

Me ha resultado un libro maravilloso, epistolar con una única misiva, en la que se recrea una vida entera. Destaco la manera tan elegante y delicada en que el autor transmite todas las emociones posibles. 

La carta está escrita por una mujer, que en sus  últimos momentos de vida decide enviar a quien ha sido –sin él saberlo- el motivo de su existencia y sentir. Es fácil empatizar -aunque no todos se compartan- con esa catarata de sentimientos que la protagonista derrama al escribir, sin más pretensiones que plasmar negro sobre blanco, en el que será su primer y último intento de desnudar su alma sin esperar respuesta.

En parte, el libro te hace pensar en cómo a veces -aunque no nos demos cuenta de ello en ese momento- estamos significando algo importante para alguien. Algo que hacemos o decimos y que nos resulta de lo más normal, puede estar siendo extraordinario para alguien en su vida y la manera en que tejerá su historia. 

Me ha resultado una lectura muy emotiva. 

Las palabras envuelven, acarician, llenan y vacían. 

Las palabras evocan, recuerdan y olvidan. 

Las palabras son eternas, uno puede dejar de existir pero ellas permanecen. 

Las palabras llegan hasta rincones que nadie ha explorado antes.  

Las palabras elevan lo banal en transcendental. 

Las palabras tejen hilos invisibles entre quienes las escriben y quienes las leen. 

Las palabras te elevan hasta dejar de vivir tu existencia para vivir las suyas. 


Del autor de este libro, Stefan Zweig, ya escribí hace unos días en una entrada reciente, pero hoy añado alguna aportación más. Nació en el seno de una familia judía en una Europa que luchaba durante la Segunda Revolución Industrial (llegada de las nuevas fuentes de energía, sistemas de transporte y comunicación). Vivió el nacimiento y desarrollo de la Primera Guerra Mundial, perteneciendo al ejército del Imperio Austrohúngaro y exiliándose posteriormente en Suiza. Viajero incansable, huyendo y luchando a la vez contra un nazismo cada vez más poderoso, se afianza en París tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial y tras varios viajes recorriendo América del Sur, termina afincándose con su segunda mujer en Brasil donde, en 1942, se suicidaron con veneno despidiéndose mediante carta de sus más allegados. 


Sinopsis: “Sólo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya aunque nunca lo supiste. Pero sólo tú conocerás mi secreto, cuando esté muerta y ya no tengas que darme una respuesta; cuando esto que ahora me sacude con escalofríos sea de verdad el final. En el caso de que siguiera viviendo, rompería esta carta y continuaría en silencio, igual que siempre. Si sostienes esta carta en tus manos, sabrás que una muerta te está explicando aquí su vida, una vida que fue siempre la tuya desde la primera hasta la última hora”. 

Comentarios

  1. Hola, Nélida,

    Me llama la atención esta historia porque yo soy mucho de cartas. Creo que se me da mucho mejor expresarme por escrito. Al hablar, suelen trabárseme las palabras o me enrollo demasiado, o me quedo corta... Además, me gusta que las palabras perduren para siempre. Quizá sea muy antigua y me quedé anclada mucho tiempo atrás cuando, en la Universidad, enviaba cartas a mis amigas y las llamaba desde una cabina.
    Pero creo que no hay que esperar a la muerte. Hay que dejar brotar las ideas y los sentimientos cuando están dentro, sino, siempre he creído que, se pudren y te envenenan el alma.
    Supongo que el personaje tuvo sus motivos para hacerlo así.
    Gracias por tu reseña. Muchos besos

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    1. Hola, Macarena.
      Yo también soy muy de cartas. Evocan recuerdos personales y quedarán las palabras para siempre, hay un vínculo especial cuando la comunicación es por carta, algo hasta romántico y etéreo. Por eso me gustan tanto los libros epistolares. Cuando uno se expresa por escrito a través de una carta, y en eso coincido contigo, llega con más profundidad a la persona destinataria, es un envío de emociones a emociones (de parte y parte). Hay sentimientos que en palabras y en la distancia pueden llegar a ser muy cálidos.
      Me encanta tu recuerdo de la Universidad porque aquellos tiempos (y hablo en plural pues creo que año arriba, año abajo, somos de la misma quinta) fueron maravillosos Las relaciones se fomentaban y alimentaban de otra manera muy distinta a la actual. El teléfono no era para enviar whatsapp lleno de emoticonos que sustituyen a las palabras, sino para llamar a las amigas, recuerdo estar más de una hora hablando al teléfono con ellas. Tanto llamaba yo, como me llamaban a mi.

      En este libro ciertamente espera a la muerte para hacer una confesión en toda regla. Supongo que es parte de la intención del autor, infunde más dramatismo e incluso -diría- más fuerza al sentimiento con que nace la carta.
      Es un libro cortito, 98 páginas. Te animo a que lo leas, creo que te podría gustar mucho.
      Gracias a ti, Macarena, por tus palabras y cercanía.
      Besosss.

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  2. Es que Zweig es mucho Zweig. Y eso que este libro no lo he leído, pero ya caerá, cuando tenga más tiempo y menos estrés.

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    1. Hola, Tawaki.
      Zweig es mucho Zweig, cuánta razón tienes!!!.
      Y yo cada vez me convenzo más de ello. Por ahora, todos los libros suyos que me he leído no me han defraudado en absoluto, muy al contrario.
      Ya tengo tres en la recámara, esperando su turno en mi lista de lecturas pendientes. Y otros que irán cayendo :-)
      Como le decía a Macarena, es un libro cortito pero inmenso. Tómate tu tiempo, espera que sea el momento oportuno, porque merece la pena leerlo con calma y sin estrés.
      Muchas gracias por tu comentario.
      Un beso.

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  3. ·.
    Como siempre, me encanta como comentas y como escribes. Empleas muy bien la anáfora para reforzar tus impresiones.
    La idea de la foto me parece brillantes.

    Un beso

    LaMiradaAusente · & · CristalRasgado

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    1. Hola, Alfonso.
      Eres muy amable, siempre tienes una visión muy generosa hacia mis palabras y lo que transmito con ellas.
      Cierto que a veces me dejo llevar por alguna que otra anáfora............justamente., como apuntas, creo que reforzó lo que quiero transmitir y por ende, lo que el libro me hizo sentir.

      ¿Te gusta la foto? Gracias!!! Está tomada el sábado pasado, en La Cumbre de la isla, parajes que como sabes son muy especiales y tranquilos y hermosos y...........(¡qué te voy a contar a ti!)
      Me encantó el resultado; descubrir a nuestra protagonista "caminando" entre los mismos árboles que me rodeaban a mi.
      Muchas gracias.
      Un besote.

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  4. tus reseñas me gustan son verdaderas

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    1. Hola.
      Muchísimas gracias por tus palabras. Se agradece esa visión ta amable.
      Siempre que escribo sobre las impresiones que me deja un libro tras haberlo leído, derramo todas las emociones que me transmitió. Y esas no tienen trampa ni cartón, será eso.
      Gracias.
      Un saludo.

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  5. Excelente que, en las últimas semanas, hayas elegido estos clásicos de la literatura contemporánea. Mientras leía la reseña sobre García Márquez y esta de Zweig reflexionaba sobre los grandes cambios que se han producido en la literatura que se pone ante nuestros ojos y en la cantidad de autores y autoras de culto que se fabrican en serie desde las grandes editoriales y que, en realidad, solo sirven para pasar el rato, sin más.

    No he leído esta novela, aunque me parece conocerla como si la hubiera repasado una y otra vez porque me quedé prendido de la versión cinematográfica (la de 1948), que he visto, al menos tres veces y que, pese a los arreglos, es Zweig de principio a fin.

    Zweig es un autor gratificante en cualquier momento; un autor exquisito y elegante que jamás pasará de moda y que, como en tu caso, entusiasma acercarse a él. Muchas gracias por revivirlo.

    Cordialidades.

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    1. Hola, Una mirada......
      La verdad es que estoy entusiasmada con mis últimas elecciones literarias. Descubrir o redescrubrir a grandes de la literatura clásica, es un placer que estoy disfrutando sin parangón.
      Coincido contigo en la gran diferencia que hay entre estas grandes obras y muchas de las "novedades" que se disputan las grandes editoriales como top venta y que pasados unos años ya casi nadie se acordará de ellos.
      No digo que sean libros malos estos últimos, hay gustos para todos y en ocasiones apetece cambiar de registro e investigar. Pero ciertamente me llama poderosamente la atención -y celebro coincidir contigo en ello- que no se hace la literatura de entonces. Que no hay ese derroche de elegancia, buen hacer con la palabra escrita, calidad y sensibilidad. Al contrario, en muchos casos eso se está cambiando por baja calidad y mediocridad, como tú dices "para pasar el rato sin más".

      Echaré un vistazo a la versión cinematográfica que cuentas. La verdad es que ahora, una vez leído este libro, me atrae la idea de ver cómo lo proyectan en el otro gran arte del Cine.

      Sobre Zweig estoy maravillada, como puedes ver. Solo lamento no haberlo conocido antes :-) Con tu permiso suscribo tus palabras: es un autor gratificante, exquisito y elegante, que nunca pasará de moda.

      Muchas gracias por tu comentario y aportaciones.
      Un beso!

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  6. Gusta mucho leer tus reseñas.
    Que cierta es esta frase amiga " Las palabras tejen hilos invisibles entre quienes las escriben y quienes las leen"
    Guardar algo hasta el final no creo que sea bueno. Mejor sacar esas palabras con voz nno escritas.
    Buen fin de semana. Nélida . Cuídate.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Laura.
      Muchísimas gracias. Pero lo que escribo es solo la mitad del camino, la otra parte es quien lo lee e interpreta al venir hasta aquí.
      Como dice esa idea propia que tanto me gusta, y que tú has rescatado: Las palabras tejen hilos invisibles entre quienes las escriben y quienes las leen.
      Es un camino de doble sentido, y transitarlo es de las mejores cosas del mundo :-)

      Coincido contigo en eso de no esperar a la muerte para decirse algunas cosas. Pero entiendo que el autor de la novela lo haya querido así, porque le confiere la intencionalidad en esa vorágine de sentimientos que nos hace sentir en primera persona.
      Gracias de nuevo.
      Un beso.

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  7. Esta es una novela DESGARRADORA ...me parece incluso más dramática que 24 horas de la vida de una mujer.

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    1. Totalmente de acuerdo contigo, Alí.
      Este libro es desgarrador y tremendo. Es un libro que llega donde otros ni siquiera asomarían, ¿verdad?
      Mi descubrimiento con este autor, por ahora, no puede ser más satisfactorio. Y con ganas de seguir descubriendo sus obras literarias.
      Gracias por tus comentarios.
      Un beso!!

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  8. Anda! acabo de comentar sobre él en tu última entrada. No conocía esta reseña anterior tuya.
    Y me ha parecido ajustadísima a la realidad pero, además, muy bella.
    "Las palabras evocan, acarician, envuelven, son eternas..." es hermoso! una delicia tu comentario del libro.

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