La cantidad de torres, iglesias, y edificios que he visto estos días paseando por Bélgica y Holanda, con estas terminaciones puntiagudas. Y tienes razón no subí a las torres, ya que la mayoría no tenían ascensor y subir más de 200 escalones, era demasiado para mi, ya que ahora no tengo necesidad de superarme. Un abrazo
Hola Jubi. Tengo que darme una vuelta por tu blog, para ver esa cantidad de cosas que has visto en Bélgica y Holanda. Y que seguro has compartido por allí.
Bueno, entonces concluimos que tus superaciones no serán físicas. Que "no tienes necesidad" como tú dices.
Gracias por pasar y por dejarme comentario. Un beso.
No te digo que con un buen arnés no me decidiera a encaramarme a ese tejado flechado que parece arañar el cielo... Bromas a un lado, qué torre tan peculiar, ¡y con ventanales románicos! Y sí, tienes razón, las metas son personales y con un único adversario: nuestra indecisión.
Hola Una mirada..... Ese tejado que parece arañar el cielo sí que es peculiar. A mi también me lo parece. Y el ángulo de la foto invita a llegar a la cima, pero no superándola a ella, sino superándonos a nosotros mismos. Casi nada... A derribar a ese único adversario, pues. Se dijo.
Gracias por tu comentario. Saludos cordialísimos para ti también. Y un beso.
Hola Tawaki. Yo creo que más que dependiendo de ellos, en todo caso con ayuda de ellos. Superándonos a nosotros mismos, derribaremos muchos obstáculos y llegaremos a la cima.
Stein am Rheim es muy bonito, sí. Y también muy pintoresco.
·. Estupenda foto, un contrapicado muy bueno. Una cita certera. Superar a los demás tiene poco sentido cuando lo que más necesitamos la cooperación, cooperación incluso para superarnos a nosotros mismos, cuando ni conocemos nuestros retos. Un beso, Nélida .· LMA · & · CR
Hola Alfonso. Muchas gracias, me alegra que te guste la foto.
Y sobre la cita, gracias por complementarla con tu punto de vista. El verdadero logro, una vez llegada a la cima, es echar la vista atrás en el camino y sonreír con nuestro trayecto (superación). Paso a paso. Al ritmo de cada uno, y no al ritmo de los demás.
Después de dos lecturas infructuosas (que no abandonos absolutos, pues volveré a ellos en otra ocasión, cuando sea el momento adecuado), llegué hasta este libro que he terminado de leerme. Me gusta el género de los cuentos, y me gusta este autor (salvo algún libro puntual que no me gustó), así que enseguida supe que quería leer esta nueva obra recién publicada. Y con ese entusiasmo me adentré en su lectura, donde pude disfrutar de unos cuentos muy variados. Por un lado me atrajo mucho que no fuera monotemático, fue sencillo abandonar uno y empezar el siguiente. En ese sentido la lectura es muy inteligente ya que te lleva de un lado a otro, sin que pierdas el interés entre un cuento y el siguiente. Son cuentos relativamente cortos, por lo que la lectura de este libro es muy ágil y amena. Sin embargo, no en todos sentí ese sello personal del autor, y en algunos no hallé ese humor del que habla la sinopsis. A pesar de todo ello, la lectura se decanta -claramente- hacia el lado...
He terminado de leerme la novela "Demonios", de Fatma Aydemir. Uno de los libros que me habían regalado el día de Reyes. Me ha parecido un libro muy bonito y muy especial. Sigue un esquema de lectura separado por capítulos, dando vida en cada uno de ellos, a los diferentes miembros de una familia turca que emigra a Alemania. Los títulos de cada capítulo y el orden que sigue son: Hüseyin (el padre de la familia), Ümit (el hijo pequeño), Sevda (la hija mayor), Peri (la tercera hija), Hakan (el segundo hijo), y Emine (la madre de todos ellos, y esposa de Hüsesyin). Es un libro que te hace pensar mucho, una lectura que no te deja indiferente, con unos personajes de una gran riqueza en detalles y muy dispares entre sí, y que a pesar de ello muchos de los rasgos que comparten tienen un mismo origen o denominador común. El libro desgrana las particularidades de una familia turca que emigró a Alemania en busca de una vida mejor, nos muestra quiénes son hoy en día, tras la inesperada...
He terminado de leerme la novela "La hora azul", de Paula Hawkins. Una vez leí un libro de esta autora ("la chica del tren") y me desagradó tanto que recuerdo hasta haberme enfadado conmigo misma por haberlo leído. Sensación única que no me ha vuelto a pasar en mi vida con ningún otro libro, ni con ningún otro autor. Fue algo tan dispar a mí en todos los sentidos, que me nació cierta aversión a esta autora. Actualmente el cuerpo (y la mente) me piden leer novela negra, y vaya usted a saber por qué........he vuelto a leer un libro suyo. Ni yo misma lo entiendo. Pero en esta ocasión es diferente, tiene sus matices; no salgo huyendo, no me enfado conmigo misma ni mucho menos, pero me reafirmo en que esta autora y yo no nos vamos a gustar nunca en la vida. Este libro no empieza mal, pero al poco de avanzar en su lectura notas que va de más a menos, en caída libre y sin frenos. No me gustó el argumento, no me gustaron los personajes, no empaticé con ninguno de ellos, p...
La cantidad de torres, iglesias, y edificios que he visto estos días paseando por Bélgica y Holanda, con estas terminaciones puntiagudas.
ResponderEliminarY tienes razón no subí a las torres, ya que la mayoría no tenían ascensor y subir más de 200 escalones, era demasiado para mi, ya que ahora no tengo necesidad de superarme.
Un abrazo
Hola Jubi.
EliminarTengo que darme una vuelta por tu blog, para ver esa cantidad de cosas que has visto en Bélgica y Holanda. Y que seguro has compartido por allí.
Bueno, entonces concluimos que tus superaciones no serán físicas. Que "no tienes necesidad" como tú dices.
Gracias por pasar y por dejarme comentario.
Un beso.
No te digo que con un buen arnés no me decidiera a encaramarme a ese tejado flechado que parece arañar el cielo... Bromas a un lado, qué torre tan peculiar, ¡y con ventanales románicos!
ResponderEliminarY sí, tienes razón, las metas son personales y con un único adversario: nuestra indecisión.
Saludos cordialísimos.
Hola Una mirada.....
EliminarEse tejado que parece arañar el cielo sí que es peculiar. A mi también me lo parece.
Y el ángulo de la foto invita a llegar a la cima, pero no superándola a ella, sino superándonos a nosotros mismos. Casi nada...
A derribar a ese único adversario, pues. Se dijo.
Gracias por tu comentario.
Saludos cordialísimos para ti también.
Y un beso.
Yo diría más, se llega apoyándose en los demás, en el buen sentido, dependiendo de ellos. Qué bonito pueblo es Stein am Rhein.
ResponderEliminarHola Tawaki.
EliminarYo creo que más que dependiendo de ellos, en todo caso con ayuda de ellos.
Superándonos a nosotros mismos, derribaremos muchos obstáculos y llegaremos a la cima.
Stein am Rheim es muy bonito, sí. Y también muy pintoresco.
Gracias por tu comentario.
Un beso.
·.
ResponderEliminarEstupenda foto, un contrapicado muy bueno.
Una cita certera. Superar a los demás tiene poco sentido cuando lo que más necesitamos la cooperación, cooperación incluso para superarnos a nosotros mismos, cuando ni conocemos nuestros retos.
Un beso, Nélida
.·
LMA · & · CR
Hola Alfonso.
EliminarMuchas gracias, me alegra que te guste la foto.
Y sobre la cita, gracias por complementarla con tu punto de vista.
El verdadero logro, una vez llegada a la cima, es echar la vista atrás en el camino y sonreír con nuestro trayecto (superación). Paso a paso. Al ritmo de cada uno, y no al ritmo de los demás.
Muchas gracias por tu comentario.
Un beso!.