Sinestesia.


Siempre han estado ahí, sólo necesito darle a la tecla correcta para verlos.
Justo en ese momento, cuando suena su música (y solo con su música) comienzo a ver este particular baile de círculos concéntricos.
Se contraen, se expanden.
Salen, entran.
Juegan, ríen.
Lo llenan todo, no hay huecos vacíos.
No paran de moverse en perfecta armonía con la pieza musical que suena.
Y solo desaparecen cuando termina la última nota.

Las obras de Mozart.
Cualquiera de ellas.
Mi compositor favorito de música clásica de todos los tiempos.
Esa es para mi, la tecla que debo tocar. Solo entonces me sucede esta especie de sinestesia.

El genio. El duende.
Lo sublime.
Lo excelso.
Lo magistral.
El amor sin límites por la música, hasta la extenuación.
Lo pícaro.
Lo osado.
La alegría y la belleza.
Lo armónico.
Lo perfecto.
Lo innato.
La facilidad para llenarlo todo con su presencia y hacernos ver que la música estaba (está) dentro de él. A todas horas, en todo momento. Incluso sigue hoy, aquí, ahora. Y en un futuro...

Esta Sinfonía Nº41 (una de mis favoritas) fue la última que compuso Mozart. Y tristemente no llegó a disfrutar del éxito de la misma, porque fallecería al poco tiempo.

En aquel momento, la bautizaron como "La Sinfonía Júpiter",por el inmortal Dios Romano, pues decían que esa melodía era digna de los oídos del Supremo.

También hoy en día, se la conoce como Sinfonía de La Fuga Final (pero mejor escuchar el final y no dar explicaciones del por qué este nombre). O mejor aún, escucharla entera!!





Comentarios

  1. Esa capacidad para asociar de manera espontánea sonidos, imágenes, colores y movimientos es algo que me parece maravilloso y a la vez un privilegio reservado a personas de sensibilidad exquisita.
    Por eso mismo (porque ni siquiera podría haber imaginado que tal cosa existiera) agradezco que lo hayas compartido, dejando que otros nos asomemos a ese reino mágico.
    Imagino que Mozart, inmortal como es por gracia de su genio imperdurable, estará muy satisfecho por tener una oyente como tú :-)
    Tú feliz y transportada a ese mundo por las creaciones del genio de Salzburgo y, nosotros, tus lectores, satisfechos de poder participar indirectamente, a través de tu lindo relato.

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    1. Hola Roberto.
      Muchas gracias por "asomarte" a este reino en miniatura.
      Tú sabes que la afición y adoración que siento por la música del genio de Salzburgo, es muy intensa y especial. Es única.

      Me animé a escribir en un post todo esto, de manera resumida.
      La versión ampliada tiene muchos más matices, pero como buen entendedor que eres, lo has captado todo a la perfección!

      Me arrancó una sonrisa eso de que al ser inmortal por la gracia imperdurable de su genio, estará (en presente) satisfecho de tenerme como oyente.
      No merece menos, ¿verdad? después de no tener fama ni éxito en vida, al menos con el tiempo sigue teniendo muchos oyentes.
      Una recompensa más que merecida es que su música perdurase para siempre, y él a través de ella.
      Sé que será así. No tengo dudas.

      Muchísimas gracias por tu comentario.
      Un beso!

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  2. ·.
    Después de tres meses... aquí estoy de nuevo. Y me quedaré escuchando la sinfonía completa.
    Me gusta como has retratado esa sinestesia.
    Poco a poco seguiré con mis visitas.
    Un beso


    LMA · & · CR

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    1. Hola, Alfonso.
      ¡¡Bienvenido!!
      Qué bueno volver a verte.

      Espero que hayas disfrutado de la Sinfonía completa.
      Bueno, al menos de esta parte completa (la 4/4) pues esta Sinfonía consta de 4 tiempos, y dura poco más de 30 minutos.

      Gracias por tus palabras, por tu comentario.
      Me alegro que te haya gustado mi retrato sinestésico :-)

      Un beso.

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  3. Qué escrito más apasionado...¡Cuántas sensaciones! Me podría quedar aquí, entre letras, música y círculos bailarines, hasta que el tiempo, el implacable, se olvidara del presente y del futuro y se hicieran pedazos todos los relojes del planeta.

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    1. Qué comentario más bonito me has dejado, Una mirada....

      Es un escrito donde sin velos que oculten o disimulen, he desnudado mi sentir. Es complicado resumirlo tanto sin menguar la intensidad, pero me doy por satisfecha.

      Estás invitado a quedarte aquí, entre letras, música y círculos bailarines, todo el tiempo que quieras, y las veces que decidas volver.

      "...hasta que el tiempo, el implacable, se olvidara del presente y del futuro y se hicieran pedazos todos los relojes del planeta."
      ¡Qué bonito!
      Con tu permiso, me lo quedo.

      Gracias por venir y comentar.
      Un beso.

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  4. Si tuviese un compositor favorito, Mozart tendría muchas papeletas. Esta sinfonía es de las primeras que compré. De hecho, la tengo en cassette. No me extraña que te cause esas sensaciones.

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    1. Hola Tawaki.
      Qué bueno que te guste Mozart, y precisamente esta Sinfonía Nº 41.
      Sobre gustos ya sabes lo que se dice....no hay nada escrito.

      Yo tengo prácticamente todas sus obras, las más conocidas y las menos.

      Y cuando estudiaba piano en el Conservatorio, desde pequeña, cada año cuando llegaba el momento de examinarse ante el Tribunal, al final de curso. Ellos te pedían interpretar muchas piezas, varias, bastantes. Y luego siempre, daban a elegir al alumno interpretar una. Mi elección siempre era una partitura de Mozart ¡¡Cómo no!!

      Gracias por tu comentario.
      Un beso.

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