Isla de contrastes.

El Hierro, es la isla más occidental y meridional de todo el archipiélago Canario.
Ideal para una escapada, para desconectar y recargar pilas.

Es la isla de los micro climas por excelencia.
De naturaleza abrupta, indómita y salvaje.
Una romántica y bucólica tierra de brumas.
En cualquier momento, cuando menos lo esperas, envuelve el paisaje y te envuelve a ti.

El Sabinar de La Dehesa es un paraje de obligada visita. Rodeado de Sabinas, estos peculiares árboles doblados por el viento que representan una naturaleza viva y auténtica. De profundas raíces, que crecen incluso en sustratos rocosos.
Sus increíbles formas parecen sacadas del mejor cuadro surrealista.


El Roque de Bonanza, en Las Playas, es otro Espacio Protegido y muy recomendable.
Una formación volcánica emerge de las profundidades marinas, imponiéndose en tamaño y forma. Conserva bajo ella, una importante vida marina de flora y fauna.



Desde los muchos Miradores de la isla, puedes deleitarte con sus enormes precipicios que desembocan en mágicos paisajes costeros, algunos casi vírgenes.
De mucha calma y tranquilidad.


Se encuentra en El Hierro, uno de los tres Hoteles más pequeños del mundo, registrado así en el Libro Guinness de los Récords.
El Hotel "Punta Grande" situado en la misma costa, o mejor dicho casi dentro del propio mar, del Océano.
Buenas vistas al son del arrullo de las olas.


Es una isla de contrastes.
En pocos minutos puedes pasar de estar junto a las secas Sabinas y sus formas inimaginables, a hallarte en medio de un húmedo bosque lleno de vegetación.
Paisajes de cuento, bajo la bruma o el sol.


Como un regalo sorpresa, la isla nos muestra el Faro de Orchilla.
En pocos lugares sentirás con tanta intensidad y realidad, estar ante el fin del mundo.
Parece mentira que en una isla tan pequeña y remota, se halle algo tan sublime e importante. No hay que olvidar que hasta que América fue descubierta, este lugar era el punto más occidental del "mundo" y durante muchos siglos fue también el punto de paso del Meridiano Cero.


Su nombre también tiene una historia, que tal vez muy pocos conozcan.
Una historia que une a las islas Canarias (en especial El Hierro junto a Lanzarote) con los antiguos Romanos y Fenicios.
La orchilla es un líquen que produce tinte púrpura, por su contenido en Orceína. Ese líquen abunda en esta isla por darse las dos condiciones propicias para ello: humedad de las rocas costeras y salitre marino.

En la época Romana y Fenicia (a.c.), ese color estaba relacionado con la distinción y el poder.  El tinte lo usaban en sus capas, en las alfombras de palacio, cortinas, sillones, etc...

Los Fenicios eran grandes navegantes, y aunque no desvelaron la situación del territorio desde donde la traían, se cree que fuera este rincón del Atlántico. A ellos (a los Fenicios) se les atribuye el nombre por el que se conocieron las islas en la Antigüedad: Islas Purpúreas, Islas de la Felicidad, o Islas Afortunadas.

(Fotos: Propias).

Comentarios

  1. Preciosa descripción de la isla. No he estado en ella y aunque afloraba en mi mente la erupción volcánica del 2011, las imágenes se me han difuminado y "he visto" la famosa y "nunca" localizada de "San Borondón".
    La isla de San Borondón es, quizás, uno de los enigmas más misteriosos del mundo. Mucho se ha hablado de esta isla desde tiempos muy remotos hasta nuestros días. Hay quienes opinan que es una ciudad atlante, que se sumerge y vuelve a emerger, otros que es el paraíso, con frondosas selvas, animales y árboles frutales.

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    1. Hola Jubi.
      Muchas gracias por tu comentario, me alegro que te guste.
      La isla es muy bonita y especial.

      En cuanto a San Borondón, pues esa es otra historia bonita también!!
      Ahí sigue su misterio. Y son muchas las cosas que se han escuchado sobre ella.

      Un beso, Jubi.

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  2. ·.
    Siempre me ha parecido una de las islas más interesantes... siendo tan difícil escoger entre ellas.
    Haces una descripción de la isla que es una invitación. Y ese hotel, tan conocido, un aliciente más.
    Tus fotos son impresionantes. Veo que dominas las velocidades lentas para conseguir ese efecto seda.
    un beso Nélida


    LMA · & · CR

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. Hola Alfonso.
      A mi también me lo ha parecido siempre.
      Es mágica, única, sosegada, tranquila, todo en ella invita a la calma y a regresar una y mil veces.
      Ta pequeñita, y a la vez con tantas cosas especiales e interesantes, que ofrecernos.
      Tal vez la más auténtica de todas, ¿verdad? la que más ha respetado los caprichos mágicos de la naturaleza y al devenir del tiempo.
      El Herreño ha debido tener como lema la idea: "si algo es perfecto, para qué cambiarlo".
      Y el visitante, cuánto lo agradecemos!!

      Me alegro que te gusten las fotos, muchas gracias por la apreciación.
      La velocidad lenta para conseguir ese efecto seda, me gusta mucho.
      Tengo un buen maestro con el que aprender de fotografía. Lo que pasa es que la "alumna" no siempre tiene paciencia para ello jaja. Así que estas fotos tienen mucho mérito suyo.

      Gracias, Alfonso!
      Un beso!

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  3. Entrar a esta publicación es como haber entrado a un mundo surrealista, mágico.
    Esos árboles y sus formas, el hotel, el mar...
    Una pasada.
    Me voy a buscar el hotel, me resulta muy llamativo.
    Besote

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    1. Hola Nélida.
      Me alegra haberte traído hasta aquí, y que aprecies ese mundo surrealista y mágico que la isla ofrece.
      Qué bueno que te hayas dejado llevar por las Sabinas, por el mar, el hotel.....y me quedaron cosas por decir ¿eh? así que te animo a que mires más cosas sobre este lugar, al mismo tiempo que buscas sobre el Hotel.
      Es llamativo, lo sé. Y un lugar especial, único, diferente. Si la foto pudiera hacerte sentir lo que es estar justo allí, guauuu.

      Gracias por el interés, y por emocionarte.
      Besote!

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  4. Fue la primera isla canaria que visité, y quedé encantado. El hotel estaba cerrado entonces, pero disfruté de los lugares que mencionas, de sus miradores, de sus carreteras con curvas y de su costa siempre batida por el mar. Un lugar muy bonito y especial.

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    1. Hola Tawaki.
      Pues hiciste una elección muy acertada, siendo la primera.

      Es tal y como lo has dicho, pequeñita pero con muchas cosas que disfrutar. Muchas de sus carreteras secundarias son de piedra y tierra, aún así merecen mucho la pena ser transitadas.
      Igual que esos precipicios que te dejan sin aliento, nunca he visto nada igual en otra isla Canaria.
      El mar, en fin.....todo.

      Me alegro que te haya gustado la entrada, y te recordase aquel viaje que hiciste.
      Gracias por tu comentario.
      Un beso!

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