Algo más que moverse.
Corría el año 1.920 cuando el tranvía se ponía en marcha por primera vez en mi ciudad.
Las autoridades inauguraban el viaje mientras el obispo lo rociaba todo con agua bendita.
Mi abuelo era el maquinista y cuidaba con mimo y esmero cada detalle, hacía tiempo que ansiaba la llegada de aquel día.
Los curiosos del lugar se acercaban a las calles bellamente engalanadas mientras los niños jugaban despreocupados alrededor de los raíles, saltando de un lado a otro.
Partimos con el nacimiento del sol, las autoridades iban en primera fila seguidos de una joven pareja que celebraban así años de casados. Le siguieron algunos pasajeros más.
El sol nos acompañó todo el camino provocando esos curiosos destellos multicolores en los cristales. Al pasar por un descampado, la velocidad y la altura, hizo que las copas de los árboles parecieran coles verdes.
Pasamos al lado de cientos de parcelas que cada vecino cuidaba con esmero Mi abuelo hizo sonar la bocina y cada uno de ellos saludó con entusiasmo.
Al regresar a la capital la banda de música nos estaba esperando a ritmo de fanfarrias y los pasajeros se unieron al resto de ciudadanos siguiendo con júbilo la fiesta.
Había un fotógrafo contratado para la ocasión, mi abuelo me tomó del hombre y le pidió que nos retratara.
Hoy, que los trenes se mueven por inercia y a ritmo de rutina y estrés, observo aquella foto en medio de mis quehaceres diarios. Se me escapa una sonrisa y es que hubo una época en la que viajar era algo más que moverse de un lugar a otro.
Pero que yo sepa, antes de 1920 hubo otro tranvía que fue despedido cuando dejó de funcionar de esta guisa por el poeta Sergio Correa.
ResponderEliminar"Tiene cuerpo de gusano
y sonar de pandereta
afinada como un timple
bailando llega la Pepa.
Por la calle de Triana
hasta el barrio de la Isleta
con andares femeninos
viene silbando la Pepa.
El Puerto quedó callado
ya no volvieron a verla
la dejaron sin vapor
muy quieta, callada y muerta.
De su paso por Las Palmas
borraron toda huella
dicen que se fue cantando
con el timple coplas bellas"
Un abrazo
Hola Jubi.
EliminarPreciosas palabras y precio sentir el que bien expresa Sergio Correa.
Me han contado y he leído mucho sobre La Pepa. Aún en la calle peatonal de Triana pueden verse un tramo de raíles ( no copias sino los auténticos, los de entonces, los de La Pepa). Una idea buena de los antiguos alcaldes de la ciudad, no hacerlo desaparecer para siempre....
Pero mi relato no es autobiográfico, evidentemente por la edad no llego :-) pero quiero decir que no es mi ciudad la que relato, ni tan siquiera aquella inauguración sucedió en este hemisferio. Todo es inventiva, pero cada uno puede hacerla suya a su manera.
Mil gracias por tu aportación y comentario.
Besos.
Los tiempos han cambiado mucho desde nuestros abuelos, a pesar de que tampoco han transcurrido tantos años. Son muchos los trenes que nos han adelantado por la derecha.
ResponderEliminarEllos hicieron grandes cosas, no tanto para perdurar en la Historia como porque eran necesarias. Me pregunto qué pensarán de nosotros nuestros nietos, dentro de cien años.
Hola Tawaki.
EliminarEs mucho lo que nos ha adelantado por la derecha, sin apenas darnos ni cuenta la mayoría de las veces.
Todo avance es bueno y positivo, pero ciertas cosas han perdido esa "chispa", derivando en movimientos mecánicos carentes de esa alma innata que les vio nacer.
Buena pregunta la tuya....a veces en algunas cosas puntuales yo me la planteo también. Qué dirán esas generaciones de nosotros.
Gracias por tu comentario.
Un beso.
Tu inventiva es excelente. Lo retratado con palabras coincide con la fotografía y se produjo en muchas ciudades españolas. Lo que dices de la calle Triana, calle de 'los indios' en otros tiempos, me parece fantástico. Hay que conservar todo vestigio que pueda considerarse arqueología industrial.
ResponderEliminarUn beso
· LMA · & · CR ·
Hola Ñoco.
EliminarGracias por tus cálidas palabras. Siempre a mis textos les asocio una imagen incluso una música, al menos ese es mi sentir. Están íntimamente relacionados.
Me alegro que lo hayas visto así en esta ocasión.
La verdad que ha sido lo único que aplaudo a los políticos (entiéndase mi poco interés por los ellos y muchísimo menos que se hagan presenten en este blog, jeje, con todos mis respetos entiéndase también). Pero ciertamente cuando paseas por allí da un pálpito especial sentir que pisas ese trozo de historia. En su día lo cubrieron con unos cristales, pero como los "viandantes" los rompían, decidieron dejarlos al aire libre. Tal cual.
Muchas gracias por tu comentario.
Un beso.