Me parece una frase muy acerada, porque no valoramos la serenidad en lo que vale. La tenemos un poco apartada en la vida moderna, que lleva otro ritmo. Lo que ocurre es que la felicidad engloba más cosas, es más completa.
Me parece una frase muy acerada, porque no valoramos la serenidad en lo que vale. La tenemos un poco apartada en la vida moderna, que lleva otro ritmo. Lo que ocurre es que la felicidad engloba más cosas, es más completa.
Sin duda es muy valiosa, Tawaki. Y como bien apuntas, la tenemos un poco infravalorada en esta vida moderna que lleva otros ritmos. La felicidad engloba muchas más cosas, lo que sucede es que sin serenidad no somos capaces de verlas. Es más, yo diría incluso que hasta la propia felicidad no sabe que es feliz si no está serena. Muchas gracias por tu comentario. Un beso.
Borges es bastante peculiar y curioso. Uno de los grandes. Me alegro que te haya gustado, Nélida, y que te haya dejado pensando (ese ejercicio y la sensación de removernos el interior no tiene precio). Gracias por tu comentario. Un beso.
Muy de acuerdo con la cita. Existe un problema. Nunca encontramos el tiempo para buscar esa serenidad que nos conducirá a la felicidad. Bonita foto has escogido.
Hola Ñoco. Totalmente de acuerdo estoy yo también con la cita. A veces es falta de tiempo, no te quito la razón. Pero en ocasiones es como el pez que se muerde la cola; estamos tan nerviosos y fuera de eje que aún con tiempo no encontramos la serenidad para conducirnos a la felicidad. A veces hay que hacer eso precisamente, sentarse y respirar. El resto poco a poco puede que vuelva a su eje. Y con ello, todo lo demás; felicidad, serenidad.... La foto ya de por sí, invita a ello.Me alegro que te haya gustado. Y me alegro de verte por aquí, gracias por el comentario. Un beso.
He terminado de leerme "La particular memoria de Rosa Masur", de Vladimir Vertlib. Me ha parecido un libro maravilloso e impresionante. Dos días después de haberlo terminado me sigo preguntando cómo pueden caber tantas cosas dentro de un sólo libro, y es que recorre casi un siglo de la historia rusa, desde los zares a la era del terror político y la lucha de clases. A pesar de ser una lectura densa e intensa, a poco que te guste, logrará engancharte totalmente. Nos habla de la historia de una familia judía y sobre todo de una mujer (nuestra protagonista, Rosa Masur) que acaba de cumplir noventa años. Después de una vida entera que da para mucho, consigue por fin exiliarse en Alemania. Allí un importante mecenas intenta escribir un libro sobre la vida de los judíos que sobrevivieron a la URSS de entonces (una guerra mundial, una guerra civil, bolcheviques, Hitler, el imperio de los Zares, el Comunismo, la hambruna, el antisemitismo, etc). Tras una selección previa, Rosa Masur
He terminado de leerme la novela "Querido Miguel", de Natalia Ginzburg, y me ha encantado. Me siento feliz y afortunada de haber llegado hasta ella. Es un libro intimista, que al estar narrado de manera epistolar se convierte en más humano si cabe. Entrar en este libro es acariciar el alma de las personas que en él habitan. Es sumergirse en su mente, en su sentir. Es constatar en primera persona cómo respiran y cómo laten sus corazones. Me resulta increíble cómo la autora logra, de manera tan sublime, ahondar en el interior de los personajes y todo aquello que les rodea. La manera de mostrarnos ese mundo interior es tierna, amorosa, sincera, directa, sublime, transparente, clara, amable, atractiva, pero sobre todo muy cálida y hasta reconfortante. Existe una especie de catarsis en esta historia, donde las ausencias físicas se solapan a las emocionales, y donde hay cabida tanto para las letras infinitas como para los silencios más huecos. Me ha parecido una novela muy respet
" La palabra para rojo", de Jon McGregor, es un libro maravilloso. Me he enamorado de esta novela, que me ha hecho estar en el lugar en cada momento. Me ha tomado de la mano, y sin soltarme un solo segundo, me ha llevado a un viaje apasionante, tanto física como emocionalmente. Es un libro generoso y brillante. Soberbia la manera en que está narrado, las descripciones, todo lo que se ve, también lo que no se ve y ún así se sabe. Es una novela cercana, humana, sencilla en su complejidad, de esas lecturas que se quedan con uno para siempre. Espectacular la pluma de este escritor del que no había leído nada antes, es magistral la manera en que lleva a cabo la narración de esta historia. Me pareció que no puede ser más perfecta, no pude esperar más de ella porque me lo dio absolutamente todo, captó mi interés desde el primer párrafo hasta el último punto final. Novelas como ésta no abundan, por eso me he emocionado tanto y me he sentido una privilegiada por leerla. Los tres pro
Me parece una frase muy acerada, porque no valoramos la serenidad en lo que vale. La tenemos un poco apartada en la vida moderna, que lleva otro ritmo. Lo que ocurre es que la felicidad engloba más cosas, es más completa.
ResponderEliminarMe parece una frase muy acerada, porque no valoramos la serenidad en lo que vale. La tenemos un poco apartada en la vida moderna, que lleva otro ritmo. Lo que ocurre es que la felicidad engloba más cosas, es más completa.
ResponderEliminarSin duda es muy valiosa, Tawaki. Y como bien apuntas, la tenemos un poco infravalorada en esta vida moderna que lleva otros ritmos.
EliminarLa felicidad engloba muchas más cosas, lo que sucede es que sin serenidad no somos capaces de verlas. Es más, yo diría incluso que hasta la propia felicidad no sabe que es feliz si no está serena.
Muchas gracias por tu comentario.
Un beso.
Me encanta Borges y esta frase de él no la conocía. Me voy pensando :)
ResponderEliminarbesos
Borges es bastante peculiar y curioso. Uno de los grandes.
EliminarMe alegro que te haya gustado, Nélida, y que te haya dejado pensando (ese ejercicio y la sensación de removernos el interior no tiene precio).
Gracias por tu comentario.
Un beso.
Muy de acuerdo con la cita.
Existe un problema. Nunca encontramos el tiempo para buscar esa serenidad que nos conducirá a la felicidad.
Bonita foto has escogido.
un beso
· LMA · & · CR ·
Hola Ñoco.
EliminarTotalmente de acuerdo estoy yo también con la cita.
A veces es falta de tiempo, no te quito la razón. Pero en ocasiones es como el pez que se muerde la cola; estamos tan nerviosos y fuera de eje que aún con tiempo no encontramos la serenidad para conducirnos a la felicidad.
A veces hay que hacer eso precisamente, sentarse y respirar.
El resto poco a poco puede que vuelva a su eje. Y con ello, todo lo demás; felicidad, serenidad....
La foto ya de por sí, invita a ello.Me alegro que te haya gustado.
Y me alegro de verte por aquí, gracias por el comentario.
Un beso.