La cara amable que invita a quedarse.
Hubo un tiempo en el que este pueblo del continente Asiático, tenía vida humana.
Muchos pescadores de la isla vivían allí. Ellos formaron su propia familia, la cuidaron, disfrutaron de ella.También disfrutaron de la vida en general, de los amigos, vecinos, y sobre todo de la pesca que por aquel entonces era la principal riqueza del lugar y principal fuente de ingresos.
Había vida dentro de los muros de estas casas, hoy deshabitadas. Muchos sueños y anhelos, ilusiones, muchas ideas y metas.
Tantas reuniones en torno a la mesa, tantas tardes soleadas esperando la llegada del pescador . Y tantas noches de charlas, de música, de compañía, de amor. De soledad, de vigilias, de sueños profundos, de lunas llenas y de cielos estrellados.
Hubo un día en el que en este mismo pueblo, las conversaciones se multiplicaban. Compartían las noticias buenas y también las malas. Ecos de risas alegres, frente al llanto de alguna pena. Vida en todos los sentidos.
Y aunque haya pasado tanto tiempo de aquello, nuestra memoria histórica y fotográfica nos lleva hasta allí como si hubiera sido ayer, haciéndonos sentir como un lugareño más.
Un día la pesca dejó de ser fuente de ingresos y se abrieron otros caminos, en el que paulatinamente los habitantes del lugar marcharon. Cada generación que se sucedía lo hacía más y más lejos a la anterior. Y así, hasta hoy.
El pueblo parece dormitar, se ha quedado vacío, ya no tiene compañía humana, no hay con quien compartir la vida, ni quien escuche los miedos del otro.
Pero sus muros siguen firmes y fuertes. Se han hecho a sí mismos con tanta generosidad como para aceptar la vegetación que, poco a poco, y con mucha sutileza, se acerca abarcándolo todo.
La misma naturaleza que ha dado al lugar cierto aspecto fantasmal, también tiene una cara amable que invita a quedarse.
Naturaleza sigilosa, silenciosa, trabajándose día a día. Sin intromisión. Abrazando.
Un abrazo que crece y abarca muros, ventanas, puertas, techos. Abraza tanto que no se distingue del resto de la ladera.
Las ventanas aún pueden mirar hacia afuera y ver el río y a sus ventanas vecinas.
Les gusta el olor a hiedra y el nuevo color que les aporta esta naturaleza viva. Agradecen sentir su compañía, su cobijo y su protección.
El río que los bordea es el Yangtsé, el más largo no sólo de China sino de Asia entera.
Si alguna vez viajo a China, y me dicen que puedo visitar cualquier isla de este archipiélago llamado Hangzhou , visitaré ésta (Gouqui).
De las otras 393 islas no sé nada todavía, pero me ha bastado conocer la existencia de este pueblo y con las fotos descubrir su cara amable que invita a quedarse , como para elegirlo en caso de que la opción fuera única y excluyente.
Qué entrada más bonita, en texto y fotografías, mi querida Neli.Ojalá ese deseo tuyo de viajar a china se haga realidad y lo disfrutes mucho.
ResponderEliminarMe encanta volver a verte...:-)
Mil besos de algodón derechitos a ti, mi niña.
Hola Lucía. Será por el brillo que has dejado al venir :-)
EliminarSi te soy sincera, no está dentro de mis mayores deseos el viajar a China. Quiero decir, claro que no me importaría porque me encanta viajar. Pero me gustaría, antes de conocer China, viajar a otros muchos lugares que he puesto primero en "mi lista". ¿Llegarán? No lo sé, pero en mis sueños está :-)
Tropecé con este lugar, y como ves no me dejó indiferente, por supuesto que sería fantástico estar allí!!! Visitarlo.
Me bastó poco para imaginar muchas cosas.
A mi sí que me ha encantado volver a verte. Y además, me ha alegrado!!!
Gracias, amiga. Millones de besos, de esos bonitos que tú das de algodón.
Es precioso; si dan ganas de salir volanda hacia allí. Me encanta este mezclarse de la naturaleza con las construcciones. Por cierto, mientras te leía, pude ver la gente, charlando, compartiendo, llorando o riendo.
ResponderEliminarQué se cumpla tu deseo y nos traigas tus propias fotos.
Cariños
Hola Nélida.
Eliminar¡A que sí!
Me gustó mucho cuando lo vi el otro día por primera vez. De pronto quise saber más sobre ese lugar. Es maravillosa esa manera tan sutil en que la naturaleza se complementa con las casas, con el lugar. Y la manera en que a poco que prestemos atención, nos dice tantas cosas!!!!
Qué bueno que mientras me leyeras pudieras ver a la gente charlando, compartiendo, llorando o riendo. Porque me alegra y emociona que lo hayas podido ver, en cierta manera, a través de mis ojos, al seguir el relato.
Como le dije a Lucía, no es realmente un sueño, al menos no uno que tuviera en la recámara, porque ni sabía de la existencia de este precioso rincón hasta el otro día. Pero ojalá la vida me de este tipo de regalos y sorpresas, quién sabe si el destino me lleva hasta allí volando :-)
Eso sí, prometido que de ir, compartiré mis propias fotos.
Un beso grande.
Los escenarios son preciosos, me gustaría poder viajar hasta allí y verlos in situ, claro que me han dicho que eso queda algo lejos. Al final será la vegetación la que mantenga en pie las casas.
ResponderEliminarBesos
¿Verdad que son preciosos, Jubi? Me alegro que los veas de ese modo.
EliminarQueda lejos, pero oye, entre un avión y un cerrar de ojos, todo pasa más rápido :-)
El que sea la vegetación quien mantenga al pueblo con vida tiene mucho encanto. Generosidad, respeto, flechazo, VIDA.
Me gusta verlo así.
Un beso para ti.
China es una gran desconocida, al menos para mí, pero sospecho que tiene muchos rincones mágicos que merecen ser visitados. No en vano, se trata de una cultura milenaria en un país enorme. Por fuerza ha de haber de todo.
ResponderEliminarChina es una gran desconocida, al menos para mí, pero sospecho que tiene muchos rincones mágicos que merecen ser visitados. No en vano, se trata de una cultura milenaria en un país enorme. Por fuerza ha de haber de todo.
ResponderEliminarHola Tawaki.
EliminarPara mi China también es la gran desconocida. Aunque una vez mis padres estuvieron allí y con sus relatos y las fotos que hicieron, alguna idea más real tengo.
Es una cultura milenaria, cierto, y un país enorme. Intuyo que con una espiritualidad muy diferente a la nuestra en muchos aspectos. Y una filosofía de vida muy diferente también.
Aunque tiene que haber de todo, claro.
Gracias por venir.
Un beso grande para ti.
Supongo que después de ese bello ejercicio de colonización, por parte de la naturaleza, añadiendo un plus de belleza, ese pueblo llegará a convertirse en un destino turístico. Y supongo que parte de su belleza, el verdor absoluto, decrecerá al llenase de camisetas y pantalones multicolores.
Gracias por traernos esta joya, y por relatarlo tan bien.
Un abrazo
· LMA · & · CR ·
Hola ñoco le bolo.
EliminarLo he pensado. Cuando vi el pueblo (las fotos) por primera vez me dije que esto debería de estar preparado para el turismo, que es un enclave encantador. Me daba pena verlo abandonado, imaginándome lo que fue y ya no es.
Pero inmediatamente me dije que tal vez estaría mejor así, con los abrazos de esta verde naturaleza y no con "camisetas y pantalones multicolor " que pasan sin entender, sin comprender y a veces sin respetar.
Así que en mi fuero interno, yo lo dejaría tal cual lo ha convertido el paso del tiempo y las circunstancias. Si lo piensas llegas a creerlo, esos muros tienen vida , hablan entre ellos con sus vecinos muros y la verde naturaleza les cobija y agrada. Tiene vida y sigo viendo una cara amable que invita a quedarse, no me gustaría ver otra cosa en su lugar.
Gracias a ti por venir hasta aquí, y también por haber disfrutado con el relato.
Un beso.