Resuena en mi cabeza, como un eco, el estribillo de la canción del gran Pancho Céspedes "Qué hago contigo, amor, qué hago contigo....". Y entonces me descubro con el libro ya leído, terminado y disfrutado. Qué hago yo ahora, qué digo yo ahora contigo lectura especial que me has acariciado el alma. Y lo has hecho sin prisas, sin miedo, casi sin percibirlo, me llevaste hasta esta "vida en miniatura" para hacerla mía. Porque no hace falta tener similitudes con el personaje para sentarse uno frente al otro, en un tête à tête y escuchar, como yo he hecho con Dorothea, su protagonista. Un largo té de sobremesa, distendido, donde el libro me ha mirado a los ojos y yo le he mantenido la mirada, escuchando atentamente todo lo que en él acontecía. Aún con la taza humeante en la mano, te miro a los ojos y te sonrío ligeramente dejando el protagonismo a lo que mi mirada te dice, te expresa pero sobre todo te agradece. Me has gustado muchísimo. Qué hago contigo si no has de
Soberbio. Te deja sin palabras y te conmueve.
ResponderEliminarSoberbio. Te deja sin palabras y te conmueve.
ResponderEliminarTe deja sin palabras y conmueve porque sabes que lleva razón y que yo lo comparto con el corazón. Para desearte, al haber pasado por mi blog en esta entrada y en muchas otras, una Feliz Navidad y para darte las gracias por las muchas visitas y comentarios. Acabo de leer que los blog "son parte importante de nuestras vidas" ( me quitaste las palabras de la boca :-) )
EliminarDejo (dejamos todos en cada uno de nuestros blog) una parte de nosotros, tal vez la más auténtica y con la que mejor nos calzamos.
Un beso. Feliz Navidad!!!!!