El valor del dinero frente a la riqueza
No me gusta la gente frívola, que tan poco se valora a sí misma que baila al son de la mayoría.
No me gusta esa gente que "dice hacer" cosas que igual ni han pasado para quedar "bien" y sentirse integrado.
No me gusta esa falsedad.
No me gustan los estereotipos ni la gente vulgar.
Y con vulgar no expreso ninguna connotación económica ni social, sino personal.
No me gusta la gente materialista, la que ve el dinero como una meta y un logro a codiciar. La gente que quiere más dinero cuando no lo necesita y que hace suya esa frase materialista "tanto tienes, tanto vales".
No me gusta la gente que vive una realidad que no es la suya.
Y que intenta aparentar lo que no es, por simple aceptación social.
No me gustan las mentes cerradas, no me gusta la falta de respeto.
No me gusta ni siquiera el tacto frío de ese vil metal. La codicia que hay detrás y cómo transforma a algunas personas. Incluso cómo las separa.
Me gusta la gente sencilla, honesta y honrada.
La gente auténtica que no necesita fingir para sentirse integrado ni valorado. Fiel a sí misma.
Me gusta la gente natural y que tenga una mente abierta. Y el corazón abierto también.
Me gusta la nobleza en las personas, la bondad, la ternura. Valoro también la inteligencia que consigue no aburrirme y hacerme reír a cada momento.
Me gusta la gente que anhela mejorar para sí misma y no para los demás. La gente que no envidia el bien ajeno ni codicia la fortuna de otros.
Me gusta la gente que tiene sus propios sueños, que no se pone límites ni se condiciona por los sueños del resto de la gente ni quiere imitarlos por seguir una moda que no va con ellos.
Me gusta la gente que respeta, que valora las cosas, que se esfuerza porque nadie le ha regalado nunca méritos.
Me gusta la gente íntegra. La observadora, sensible, capaz de ponerse en el lugar de los demás.
Me gusta la gente crítica porque despereza tus errores.
Me gusta la gente que se sabe dar a sí misma sin poner condiciones. Y la gente que no espera nada, porque sus caras cuando reciben algo, no tiene precio.
Me gusta la gente que no es avariciosa y que da el justo valor al dinero, viéndolo como un medio y no un fin para ser rico, poderoso, leyenda, tener estatus o imagen donde otros quieran verse.
Me gusta comprobar, cuando me dicen que quien más da es quien menos tiene, que la verdadera riqueza no se ve; está en el corazón y en el alma de muchas personas.
No me gusta esa gente que "dice hacer" cosas que igual ni han pasado para quedar "bien" y sentirse integrado.
No me gusta esa falsedad.
No me gustan los estereotipos ni la gente vulgar.
Y con vulgar no expreso ninguna connotación económica ni social, sino personal.
No me gusta la gente materialista, la que ve el dinero como una meta y un logro a codiciar. La gente que quiere más dinero cuando no lo necesita y que hace suya esa frase materialista "tanto tienes, tanto vales".
No me gusta la gente que vive una realidad que no es la suya.
Y que intenta aparentar lo que no es, por simple aceptación social.
No me gustan las mentes cerradas, no me gusta la falta de respeto.
No me gusta ni siquiera el tacto frío de ese vil metal. La codicia que hay detrás y cómo transforma a algunas personas. Incluso cómo las separa.
Me gusta la gente sencilla, honesta y honrada.
La gente auténtica que no necesita fingir para sentirse integrado ni valorado. Fiel a sí misma.
Me gusta la gente natural y que tenga una mente abierta. Y el corazón abierto también.
Me gusta la nobleza en las personas, la bondad, la ternura. Valoro también la inteligencia que consigue no aburrirme y hacerme reír a cada momento.
Me gusta la gente que anhela mejorar para sí misma y no para los demás. La gente que no envidia el bien ajeno ni codicia la fortuna de otros.
Me gusta la gente que tiene sus propios sueños, que no se pone límites ni se condiciona por los sueños del resto de la gente ni quiere imitarlos por seguir una moda que no va con ellos.
Me gusta la gente que respeta, que valora las cosas, que se esfuerza porque nadie le ha regalado nunca méritos.
Me gusta la gente íntegra. La observadora, sensible, capaz de ponerse en el lugar de los demás.
Me gusta la gente crítica porque despereza tus errores.
Me gusta la gente que se sabe dar a sí misma sin poner condiciones. Y la gente que no espera nada, porque sus caras cuando reciben algo, no tiene precio.
Me gusta la gente que no es avariciosa y que da el justo valor al dinero, viéndolo como un medio y no un fin para ser rico, poderoso, leyenda, tener estatus o imagen donde otros quieran verse.
Me gusta comprobar, cuando me dicen que quien más da es quien menos tiene, que la verdadera riqueza no se ve; está en el corazón y en el alma de muchas personas.
Desde luego tienes buen gusto, y lo positivo es que encuentras mas cosas que te gustan , qué que te disgusten.
ResponderEliminarAsí es, pensé lo mismo después de esta explosión de sinceridad: La balanza está del lado positivo, del que me gusta.
EliminarGracias por pasar, Marcos.
Y por opinar.
Besos.
Tendemos a identificar riqueza con dinero cuando en realidad hay tesoros mucho más valiosos.
ResponderEliminarAsí es. Tal cual.
EliminarValen tanto, que no se pueden equiparar con el dinero.
Un beso, Tawaki. Gracias.