El Trompetista de Cracovia.
Hay una iglesia en Cracovia, llamada Santa María, desde cuyo campanario se escucha día y noche una melodía suave y preciosa, que no proviene de las campanas sino de las notas interpretadas por un trompetista.
Cada hora toca el ""Hejnal mariacki", y dirige su melodía a los cuatro puntos cardinales;
Primero se dirige dirección al Castillo, por deferencia al Rey.
En segundo lugar, hacia La Torre del Ayto, en honor a los concejales.
Luego toca en dirección a La Puerta de S.Froilán, para dar la bienvenida a los nuevos huéspedes.
Y por último, hacia la Plaza del mal y Rynek, tocando para los mercaderes y habitantes de la ciudad.
La melodía se interrumpe justo en una nota, la misma nota en la que fue interrumpida, en el año 1.240 , por una flecha tártara cuando el trompetista estaba avisando a la población del ataque tártaro.
La flecha le atravesó el cuello y le causó la muerte.
Y así ha sucedido año tras año, día tras día, hora tras hora.
Nuestro amigo el Trompetista acude fiel a su cita y no necesitas estar en la misma plaza para escuchar su suave melodía. El son que no se ha callado en Cracovia desde hace más de 760 años y habita en el recuerdo de cada ciudadano y visitante.
Cada hora toca el ""Hejnal mariacki", y dirige su melodía a los cuatro puntos cardinales;
Primero se dirige dirección al Castillo, por deferencia al Rey.
En segundo lugar, hacia La Torre del Ayto, en honor a los concejales.
Luego toca en dirección a La Puerta de S.Froilán, para dar la bienvenida a los nuevos huéspedes.
Y por último, hacia la Plaza del mal y Rynek, tocando para los mercaderes y habitantes de la ciudad.
La melodía se interrumpe justo en una nota, la misma nota en la que fue interrumpida, en el año 1.240 , por una flecha tártara cuando el trompetista estaba avisando a la población del ataque tártaro.
La flecha le atravesó el cuello y le causó la muerte.
Y así ha sucedido año tras año, día tras día, hora tras hora.
Nuestro amigo el Trompetista acude fiel a su cita y no necesitas estar en la misma plaza para escuchar su suave melodía. El son que no se ha callado en Cracovia desde hace más de 760 años y habita en el recuerdo de cada ciudadano y visitante.
Que interesante lo que compartes.
ResponderEliminarFué un gusto conocer tu rincón Neli.
Saludos.
Gracias, Adriana.
EliminarVuelve cuando quieras.
Saludos.
Nunca he estado en Polonia, pero ganas no me faltan. Me han hablado maravillas de Cracovia.
ResponderEliminarEntonces te pasa como a mi; Nunca he estado, ganas no me faltan y me han hablado maravillas de ese país :-)
EliminarEspero algún día visitarlo. Lo hemos programado en varias ocasiones, pero en todos esos casos terminamos en otro destino.
Un beso.
No conocía la leyenda, aunque según he podido constatar, parece ser cierta aunque es difícil de precisarlo. Un hecho real es que el Hejnał mariacki constituye en la ciudad de Cracovia una atracción turística, algo específico y característico exclusivamente de esta ciudad.
ResponderEliminarGracias por la información.
Besos
Hola Emilio.
EliminarGracias a ti por la visita.
Si que es cierto, te lo puedo asegurar por gente que ha estado y lo ha constatado. Y el Hejnal Maariacki, solo se vio interrumpido en Abril del 2005 cuando falleció Juan Pablo II (que era Polaco) en esa ocasión cambiaron la melodía por otra más melancólica y triste, como la ocasión, que venía a titularse algo así como "las lágrimas de la madre".
(Y en el 2010 con la muerte de su Presidente en una avioneta).
Un beso.