Semejanzas

Tan diferentes no éramos a los del siglo XII.
Ya entonces sentíamos igual. Pensábamos en cosas parecidas.

" Si te aceptan, no lo consideres un triunfo.
Si te rechazan, no te sientas nunca vencido".

(Farid-Ud-DinÁttar- siglo XII)

Comentarios

  1. De hecho somos los mismos seres que aquellos que pintaban en las cuevas. Queremos pensar que no, pero lo cierto es que si los vestimos igual no notaríamos la diferencia.

    ResponderEliminar
  2. De hecho nuestra mente no ha evolucionado absolutamente nada en milenios. Lo que ha evolucionado es nuestro acerbo cultural y la información sobre el mundo exterior, que, además, nos ha servido para sacar un mayor provecho.

    Pero seguimos siendo tan intelectualmente tan sorprendentes como emocionalmente tan primitivos y decepcionantes.

    Pero somos nosotros... ¡y no tenemos posibilidad de tomar o dejarlo! :)

    Un gran abrazo, amiga.

    ResponderEliminar
  3. Hola tawaki.
    Queremos pensar que no porque nos sentimos demasiado "evolucionados" para tal comparación.
    Pero ahora que lo dices y lo pienso de esa manera si los vistiéramos iguales, no digo con todos pero si con muchos, no notaríamos la diferencia :-)

    Un abrazo.
    Neli.

    ResponderEliminar
  4. Hola Emilio.
    Ya entonces había mentes despiertas e inquietas, pero a diferencia de nosotros pues carecían de los medios actuales.
    Interesante tu reflexión.
    Muchas gracias por venir y opinar.

    Besos.
    Neli.

    ResponderEliminar
  5. desde luego que sí, ya sea Farid-Ud-DinÁttar o Pepito Pérez, nuestra forma de sentir nos hace más iguales que las diferencias de pensamiento que a veces nos empeñamos en resaltar

    ResponderEliminar
  6. Me gusta tu apuesta enérgica y positiva, Raúl.
    Tienes razón las cosas que nos unen deberían prevalecer en importancia frente a las que nos separan.

    Gracias por tu punto de vista.
    Besos.
    Neli.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Querido Miguel.

Los indianos

La particular memoria de Rosa Masur.