Hombre caído.
Después de dos lecturas infructuosas (que no abandonos absolutos, pues volveré a ellos en otra ocasión, cuando sea el momento adecuado), llegué hasta este libro que he terminado de leerme. Me gusta el género de los cuentos, y me gusta este autor (salvo algún libro puntual que no me gustó), así que enseguida supe que quería leer esta nueva obra recién publicada. Y con ese entusiasmo me adentré en su lectura, donde pude disfrutar de unos cuentos muy variados. Por un lado me atrajo mucho que no fuera monotemático, fue sencillo abandonar uno y empezar el siguiente. En ese sentido la lectura es muy inteligente ya que te lleva de un lado a otro, sin que pierdas el interés entre un cuento y el siguiente. Son cuentos relativamente cortos, por lo que la lectura de este libro es muy ágil y amena. Sin embargo, no en todos sentí ese sello personal del autor, y en algunos no hallé ese humor del que habla la sinopsis. A pesar de todo ello, la lectura se decanta -claramente- hacia el lado...
Primera entrada del año, Neli. Se te echaba de menos.
ResponderEliminarHasta en los momentos de mayor fragilidad, nuestra existencia es como un cuenco que facilita que se precipite en su interior las gotas llenas de vida del amor. Siempre y cuando no busquemos culpables: cuando lo hacemos, volvemos del revés el cuenco y nada queda para refrescar nuestra sed y alimentar nuestro hambre.
Un abrazo y mi cariño.
es una prueba de amor definitiva, darlo a pesar de todo, cuando menos se merece
ResponderEliminarHola Emilio.
ResponderEliminarCurioso tu comentario y el símil con los cuenco.
Te hace pensar y entender.
Gracias por venir.
Neli.
Estoy absolutamente de acuerdo contigo, Raúl.
ResponderEliminarHay que amar, y mucho, para demostrarlo de esa manera.
Un abrazote.
Neli.