Quería acercarme hasta aquí, para desearles a todos unas Felices Fiestas de Navidad. Mis momentos favoritos son Nochebuena y día de Reyes, aunque cualquier ocasión de compartir y estar en familia al mismo tiempo me parece buena (y eso reconociendo que para muchos será una época muy triste por las ausencias y pérdidas recientes. Y aunque sean lejanas siempre se les recuerda y echa en falta). Quizás ésta sea mi última lectura del año, porque aunque queda casi medio mes, hay muchos festivos por medio, muchas cosas por hacer o ultimar el regalo que aún tienes en mente, o quizá simplemente salir sin más planes que empaparte del ambiente de estas fechas. De día, y también de noche, esas luces, esos brillos, todo es propicio para el recogimiento, la meditación, los sueños y las esperanzas. Tal vez el momento del año en que todo parece posible. Que todos ustedes reciban el regalo de una sonrisa, de una palabra amable, de un hombro amigo, de una familia que aunque imperfecta es...
Siguiendo mi propio ejemplo y trayectoria, y conociendo la tuya, no te voy a decir que dure mucho este blog, que seas muy leída, que bla... bla... bla...
ResponderEliminarSimplemente: ¡Qué sea lo que Dios quiera! ¡Y que lo disfrutes un montón!
Por cierto: no hay amor sin perdón. Nadie sabe amar si no ha aprendido a perdonar. Esa estadística que pones en este post es una muestra más de nuestra falta de madurez.
Gracias por tu generosidad y un fuerte abrazo.
Que dure lo que tenga que durar, pero que no deje de disfrutar cada uno de los pasos que de en él.
ResponderEliminarTus palabras son muy certeras, Emilio. Saber perdonar es un acto de amor.
Gracias a ti.
Ah y enhorabuena por tu nuevo blog, me gustó eso de "escribo para mi" :-)