La casa limón.
He terminado de leerme la novela "La casa limón", de Corina Oproae, y me ha parecido nostálgica pero muy bonita.
Su punto fuerte, además del hecho histórico que trasciende en todas sus páginas, es la manera tan íntima y personal con que está relatado: con los ojos de una niña que describe lo que ve, siendo el propio lector adulto el que contextualice lo que ella ve, siente, piensa y explica.
La prosa me resultó muy agradable, sin grandes pretensiones pone el foco en los hechos y cómo repercute en la vida de una familia de clase media. Ligada a la imaginación y sensibilidad de una niña, nos adentramos en un drama familiar, en una convulsa Rumanía y en la incertidumbre que rodea a los protagonistas, centrándose principalmente en la niña, su madre, su padre, y sus abuelos maternos.
Me pareció una lectura con mucha ternura, pero también con mucha tristeza. La niña construye, debajo de una mesa, un castillo del libros, como si sólo estos pudieran darle protección y convertirse en verdaderas murallas ante todo lo que acontece a su alrededor. Su paso de la niñez a la edad adulta (casi al final del libro), coincide con los últimos años de la dictadura que tenía sumido a un país sin libertad.
En términos generales me ha gustado mucho esta novela, pero en algún episodio particular me chirrió un poco, especialmente algún suceso íntimo que no transciende a nadie más que a los afectados. Por momentos y por sus continuos saltos en el tiempo, puede parecer una maraña de sucesos, pero también he de decir que no se hace nada difícil deshacer esos nudos y poner cada cosa en su lugar y contexto.
Corina Oproae nació en Transilvania, Rumanía, en 1973. Estudió Filología Inglesa e Hispánica en su país de origen. En 1998 se estableció en Cataluña, adoptando la nacionalidad española en 2022. Es autora de diferentes libros de poemas, que han sido incluidos en diversas antologías. Con "La casa limón" obtuvo el galardón de XX Premio Tusquets Editores de Novela 2024
Sinopsis: Refugiada bajo la mesa y rodeada de libros en el comedor familiar, la niña protagonista de esta historia piensa que ha provocado la enfermedad de su padre sin querer. Él le había prometido que la libraría de cualquier dolor, porque conoce la magia de apropiárselos, y ella, que ha sufrido la picadura de una abeja en la nuca, cree que ha cumplido su promesa. Ahora el padre está convaleciente con sus tíos, porque la madre, que trabaja todo el día en el hospital, no puede cuidarlo, y la niña seguirá esperando noticias de él, incluso durante el verano que pasa con sus abuelos, en una Transilvania rural en la que perviven supersticiones y costumbres ancestrales. Tal vez todo se torció cuando la familia tuvo que trasladarse al nuevo bloque de viviendas y abandonar su casa limón. Entre restricciones y delaciones a la infame Securitate, ignoran que se acerca el fin de la dictadura en la Rumanía de los años ochenta. La casa limón cuenta los años de descomposición del régimen de Ceaușescu, desde los ojos de una niña que trata de entender lo que ocurre a su alrededor, una novela lírica y emocionante sobre una infancia en Rumanía y la experiencia de la caída del comunismo en el seno de una familia de clase media que hace frente a sucesivas catástrofes íntimas. Una novela extraordinaria y singular en la literatura española, por su escritura precisa y evocadora, cruda y onírica, por el testimonio de vivencias históricas de la Europa del Este.
Nada más devastador y terrible para un niño que sentirse culpable de algún mal que sufran sus padres, sólo con este apunte que has hecho, me puedo imaginar la triteza y angustia que destila esta novela, si además se desarrolla en parte en la Transilvania rural ( país de Drácula, amén de otros seres oscuros: ) y además durante la dictadura de Ceaușescu, el panorama debe ser desolador, por más tierno y delicioso que sea el lenguaje, por lo que cuentas me temo requiere de un estado de ánimo elevado y propicio para que no nos lleve directos al suelo su lectura, por otra parte, si de verdad consigue trasladar todo a través del tamiz de la visión de una niña, sin duda tiene mucho mérito y eso ya la hace especialmente interesante .. en fin, me lo pensaré, aunque igualmente y como siempre te agradezco mucho esta estupenda reseña, como todas las tuyas, agradecerte también tus preciosísimas palabras allí, me temo esta vez no os voy a contestar, no me temo aun está todo muy reciente y no quiero recrearme más de lo necesario en una pérdida que aun siendo lógica y esperada es muy dolorosa para mi, la verdad es que no pretendía que la entrada se convirtiera en puro duelo por mi madre, quizá no debí mencionarlo, sólo pasar de puntillas por el motivo real de que tardara tanto en volver.. sea como fuere, hecho está y sin pretenderlo ha quedado como un pequeño homenaje a su memoria, así lo veo y por eso te agradezco tantísimo tus palabras allí, segurísimo que tú le caerías de maravilla y ella a ti : )
ResponderEliminarUn besazo NELY, gracias otra vez!!
No conozco ni a la autora ni el libro, pero sí Rumanía —y no solo como turista— y a muchas personas que vivieron bajo el yugo y la sospecha en una dictadura cuyas consecuencias se conocen buen en España porque también la hubo.
ResponderEliminarLo mismo que ocurre en España, sucede en Rumanía a la hora de volver la vista al pasado; hay, incluso quienes blanquean la etapa comunista o qué, instalándose en lo opuesto, son declarados fascistas.
En cualquier caso, Rumanía, presente o pasado, es un pais muy, muy tradicional donde las costumbres son leyes no escritas que han pervivido ajenas al color político de los gobernantes.
Volviendo al libro que reseñas quizás le dé un vistazo y te agradezco que lo hayas traído. Preguntaré a mis amistades rumanas si lo han leído para que me den su opinión.
Un abrazo con aderezo de frutos secos.
Hola, Una mirada.
EliminarHaces bien en pedir referencias a esa gente conocida que está a tu alrededor, y que tanto saben de Rumanía, como tú también conoces y no sólo por la parte histórica sino por la parte personal. Eso le infunde valor a tus opiniones.
Gracias a ti. Siempre.
Un abrazote, con sabor a castañas (mmmmm cómo me gustan, tanto como el mes de Noviembre).
¿Sabes que en República Dominicana hay un "Salto limón"?
ResponderEliminarA ver, a ver, una escritora rumana de mi edad contando su infancia en la Rumanía de la dictadura y en un espacio que conozco ¡Me gusta mucho la idea!
Verás, cuando se llevó a cabo la Guerra de los Balcanes, yo estaba en la Universidad y nunca entendí el asedio de Sarajevo hasta que no visité la ciudad y pude ver su orografía; ahora me está pasando igual con la Guerra de Israel en Líbano; así que, conociendo Rumanía y el escenario en el que se desarrolla la trama de la novela, me puedo hacer a la idea de por dónde van los tiros, y lo cierto es que me gusta.
Por otra parte, la nostalgia de la que hablas es un sentimiento bastante común entre el pueblo rumano, al menos entre las personas que he ido conociendo o aquí o a través de mis viajes.
Hoy creo que hemos conectado bien, Nélida.
Un besito
Hola, Macarena.
EliminarPues no tenía ni idea, pero me encanta que me compartes esas curiosidades, como las del "Salto limón".
Es maravilloso conocer el contexto social y escenario donde suceden las tramas de cualquier novela. Ahí tú juegas con ventaja, el haber estado en ese lugar y "palpar" cómo son las cosas y lugares, ayuda algo a entender su pasado y los vestigios que hoy continúan.
Por lo que dices, creo que podría gustarte este libro, querida amiga. Ya me dices si es así, o no.
Un besote!!