He terminado de leerme "Yo, Tituba, la bruja negra de Salem", de Maryse Condé.

Me ha encantado. Es un libro que se transita con suavidad, a pesar de la temática tan dura que encierra. La autora ha sido capaz de llevarnos de la mano por los múltiples recovecos de la vida de nuestra protagonista, y lo ha hecho con mimo y esmero. También con respeto y con mucha dignidad. 

Es una historia preciosa, aunque bastante dura. Pienso que es un libro casi "necesario" de leer, porque es un testimonio vivo de una época, con su mentalidad y circunstancias. Un resumen de la vida de Tituba, pero a la vez de múltiples negros que han sido acusados y castigados sin razón ni justicia, y de múltiples mujeres acusadas de brujería allá por 1692 en Salem, profundizando en el tema de la esclavitud, la violencia, la superstición, la inocencia y la rebelión.

Es una novela que renace, que cae pero resurge, que se hace grande frente a la adversidad. Una historia de convicción pero sobre todo de mucho sentimiento, de decisiones (acertadas, o no) pero tomadas con el corazón. Un libro de hechos y consecuencias, una literatura muy humana y de una calidad sobresaliente. Particularmente me ha emocionado mucho, son de esas lecturas que se quedan con uno para siempre.

Nota: 9,3

De Maryse Condé no me voy a repetir, ya que hace poco hablé de ella aquí.

Sinopsis: "Tituba y yo convivimos en la más estrecha intimidad durante un año. En el transcurso de nuestras conversaciones, me contó muchas cosas. Nunca se las había confesado a nadie". Maryse Condé adopta la voz de Tituba, la esclava negra juzgada en los famosos procesos por brujería que tuvieron lugar, en medio de una fiebre de histeria colectiva, en la ciudad de Salem, a finales del siglo XVII. Hija de la esclava Abena, que fue violada por un marinero inglés a bordo de un barco negrero, Tituba fue iniciada en el arte de lo sobrenatural por Man Yaya, una de las curanderas más poderosas de la isla de Barbados. Incapaz de sustraerse a la influencia de los hombres indeseables y de baja moral, Tituba pasa a ser propiedad de un pastor obsesionado con Satán, y acabará recalando en la pequeña comunidad puritana de Salem, en Massachusetts, donde será juzgada y encarcelada, acusada de haber embrujado a las niñas del pueblo. Detenida, abandonada en prisión, Maryse Condé la rehabilita, la arranca del olvido al que había sido condenada y, finalmente, la devuelve a su país natal en la época de los negros cimarrones y de las primeras revueltas de esclavos.

Comentarios

  1. El título mismo ya atrapa, en él resuena esa tragedia ancestral de tantas mujeres que poseyeron una sabiduría incomprensible en aquellos ambientes opresivos, de religión cerúlea que apenas cubría la zafiedad de unas gentes que convertían en demoníaco todo lo que desconocían.

    Pobre Tituba, mujer, negra y esclava en aquella tormentosa comunidad de creencias abocadas al fanatismo. Si ya para cualquier fémina de entonces un señalamiento suponía una condena, para ella, en lo más bajo de la sociedad, tuvo que ser aterrador.

    De una gran escritora solo pueden surgir historias brillantes, y es obvio que esta autora sabe encarar y desartollar cada trabajo poniendo el alma. Y tú, como buena lectora, has sabido transmitirlo exquisitamente.

    Un abrazo desde este recién estrenado julio.

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  2. Sin ninguna duda, en el siglo XVII ser mujer, negra y además tener conocimientos de artes ocultas resulta un coctel explosivo para unas mentes puritanas y llenas de prejuicios, casi te diría que incluso hoy sucede, así que ¡imagínate hace 400 años! donde la religión imprimió en estas tierras los mismos parámetro de intransigencia que en Europa a manos de la Inquisición. En general, todo lo desconocido nos despierta recelo y desconfianza, en una época en la que además, se despreciaba a la mujer y mucho más si su color de piel era oscuro, imagino el calvario que debió pasar esta mujer.. Te agradezco mucho tu reseña, quizá no sea un tema que me atraiga demasiado ahora mismo, pero ya sabes,. apuntado queda, todas tus recomendaciones las guardo porque confío en tus gustos y en la buena sintonía que tenemos, pero soy un desastre , aun gustándome , no he conseguido terminar La vida en Miniatura, no sabes la envidia que me das viendo como devoras libros .. a mi el trabajo me entierra y luego me enrollo tanto con el blog que no me da el tiempo, así que por ahora me conformaré con disfrutar de tus entradas, un beso grandísimo preciosa, siempre me da envidia imaginarte en Canarias, ahora que empiezan los calores aquí, aun más : ) Muaaks bonita! ; )

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