84, Charing Cross Road.


He terminado de leerme el libro “84, Charing Cross Road”, de Helene Hanff.

Me ha encantado, simplemente maravilloso, de esas lecturas intimistas que tanto disfruto.   

El libro abarca dos décadas, desde 1949 hasta 1969. Nuestra protagonista es Helene Hanff (la propia autora), una apasionada lectora que sueña con ser escritora aunque el éxito se le resiste. Es inteligente, audaz, pasional, generosa, sensible, con mucho sentido del humor. Vive en Nueva York y consigue contactar con una librería de Inglaterra para encontrar esos libros raros, antiguos e imposibles de conseguir en su ciudad. La librería se llama Marks &Co. y se encuentra en el 84, Charing Cross Road, de ahí el título del libro. 

Inicialmente las cartas entre Helene y Frank Doel – vendedor de la librería- son puramente comerciales, pero poco a poco se convierten en más personales, y se suman a ellas la esposa de Frank así como el resto de empleados de la librería.  Helene les cuenta su vida en Manhattan y ellos le agradecen las cajas de comida que les envía. Inglaterra en aquella época acababa de salir de la guerra y durante años subsistían con cartillas de racionamiento. Tan agradecidos están y tanto cariño le han tomado, que le ofrecen viajar a Inglaterra y alojarse en sus casas. Ella sueña con ir a conocer esa librería y a sus empleados, pero siempre le surgen imprevistos económicos que echan por tierra ese viaje una y otra vez.  La amistad y la generosidad son dos valores al alza, presentes en estas páginas.  

He disfrutado mucho con este libro tan especial. Es una auténtica delicia escuchar cómo Helene solicita los libros a la librería, con qué amor habla de ellos y lo mucho que anhela conseguir una de esas ediciones antiguas y únicas. También es delicioso ver cómo el librero desempeña su trabajo con el mismo amor por los libros, siempre en búsqueda de la colección más difícil de encontrar, de esa edición especial que ofrecer a su cliente. Y por si eso fuera poco, nos hace vivir en primera persona lo narrado, entrar en las misivas y sentir la magia de tener uno de esos libros en las manos: ojearlo, olerlo, pasar la yema de los dedos por su cubierta, recrearnos en el tipo de letra, en la tapa dura de sus ediciones……y sobre todo la delicia de entrar en su interior y llenarnos de tantas emociones y sensaciones. Sucumbir a lo que cada uno de ellos esconde y esa particular manera de llenarnos una y otra vez al ser releídos.  

La autora, Helene Hanff, nació en Filadelfia (1916) y falleció en Nueva York (1997). "84 Charing Cross Road", fue su libro más famoso, en él se basó una obra de teatro, un episodio de una serie de televisión y una película. Trabajó como publicista, escribía muchas obras que nunca llegaron a ver la luz y acabó trabajando para revistas por lo que nunca tuvo una vida holgada económicamente hablando.

Sinopsis: En octubre de 1949, Helene Hanff, una joven escritora desconocida, envía una carta desde Nueva York a Marks & Co., la librería situada en el 84 de Charing Cross Road, en Londres. Apasionada, maniática, extravagante y muchas veces sin un duro, la señorita Hanff le reclama al librero Frank Doel volúmenes poco menos que inencontrables que apaciguarán su insaciable sed de descubrimientos. Veinte años más tarde, continúan escribiéndose, y la familiaridad se ha convertido en una intimidad casi amorosa. Esta correspondencia excéntrica y llena de encanto es una pequeña joya que evoca, con infinita delicadeza, el lugar que ocupan en nuestra vida los libros….y las librerías. 84, Charing Cross Road pasó casi inadvertido en el momento de su publicaciçon, pero desde la década de los setenta se ha convertido en un verdadero libro de culto a ambos lados del Atlántico. 

Comentarios

  1. Lo he leido Nélida y es de esos que no olvidas. y que te da pena se se acabe.. Increible como a través de las cartas la amistad entre Helene y Frank se va fortaleciendo.. Me encantó y lo he recomendado mucho.
    Casi termino con la primavera y si que me gusta aún siendo un poco triste por las sutuaciones que algunos tienen que vivir. Leer como van desgranando en sus cartas cada uno sus sentimientos, nos hace más perticipe de ellos.. y frases que no te dejan indiferente ... "Estar feliz y sin embargo, no ser feliz., pero nunca imaginé que estar feliz incluyera tanta tristeza" ... "Me gusta el viento. No sé por qué, pero cuando camino contra el viento, parece que me borra cosas" ... Gracias por tus recomendaciones.
    Buen fin de semana. Cuídate.
    Un abrazo .

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    1. Hola, Laura.
      ¡Qué bueno que te hayas leído el libro! Y que te gustara tanto!!!!!
      Me dio pena que se terminara, exacto, es tal cual.
      Creo que es un libro que deberían leer todos los amantes de los libros y las librerías.
      Es tan intimista......tan personal......tan ideal.........

      "Primavera con una esquina rota", es una historia de todo menos alegre. Pero es un libro muy especial, de esos que se te meten muy adentro y se anclan para siempre a una parte de ti.
      Yo también rescaté unas cuantas frases-pensamientos. Mario Benedetti es un genio en eso, se aprende mucho de su forma de narrar y sentir. Cuánto celebro que andes con esa lectura también. Y con ésta. Ambas merecen mucho la pena.
      Muchas gracias, Laura.
      Un besote.

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  2. Tiene una pinta estupenda a pesar de que yo prefiero las narraciones usuales a los intercambios de cartas, pero lo pone tan bien que no me quedará más remedio que comprarlo. Más aún si hablamos de librerías y de ejemplares antiguos y/o agotados. Para más INRI, ahondará mi añoranza por Londres.

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    1. Hola, Tawaki.
      Es un libro realmente especial. A mi además me encantan los libros epistolares, al menos los que he leído hasta ahora y ya van unos cuantos......
      Espero que te guste si llegas a leerlo. Te llevará a tu Londres querida, pero más allá de eso, te llevará a amar los libros y las librerías más que nunca. Si buscas en internet, hay fotos, podrás ver cómo era la librería por fuera (ahora ya no existe).
      Gracias por tu comentario.
      Un beso.

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  3. Si me guío por tu comentario, Nélida, creo que me gustará la Historia. También me gusta la idea de buscar libros casi inexistentes, puesto que yo he llegado a pasar semanas y semanas en internet hasta lograr dar con alguna edición desaparecida. Los sueños y la intimidad a través de cartas es algo que asocio también bastante con mi forma de desenvolverme en la vida; pero me queda resolver la intriga de cómo se llevará a cabo este libro en el que cada personaje vive su historia y la narra a su forma a través de correspondencia. Ya sabes que, en la actualidad, con internet, una vez que se conocen dos personas que llevan hablando años pero sin verse, la magia desaparece y nada es lo que aparentaba ser. No sé, supongo que tendré que leer el libro.
    Un besazo fuerte. Feliz semana.

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    1. Hola, Macarena.
      Sabes que no soy de "recomendar" explícitamente un libro porque eso es tan personal que no me atrevo.
      Pero ahora que sé cuánto te gustan los libros y las librerías, que me has contado de esos libros casi inencontrables que tú también has estado buscando alguna vez, y conocer cómo disfrutas con las lecturas epistorales, yo.........me atrevo a decirte una sola cosa.........Léelo.
      Simplemente léelo, hazte con él y déjate llevar. Hazme caso.

      Eso sí, te puedo adelantar que la historia la viven de manera similar todos por igual, de hecho creo que de no ser así, no se hubiera sustentado veinte años con esa autenticidad que desprende.
      En cuanto al otro asunto que comentas, este libro no puede compararse con la actualidad (internet, conocerse en persona, etc) era otra época y los medios estaban muy lejos de ser como hoy en día lo conocemos, tanto en lo material como en lo emocional. Nada que ver. Si finalmente decides leer este libro, ese temor o intriga vs duda, no la tendrás que resolver porque ni siquiera te la vas a plantear.

      Buena semana para ti también.
      Muchas gracias.
      Un beso grande.

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  4. Cuánto encanto añejo emerge de esa manera tuya de presentar la novela y su autora. Hay cierta épica sentimental en ese afán por buscar ejemplares al otro lado del océano, cuando los libros todavía eran tesoros de papel y cartón y las hojas parecían susurrar entre los dedos que las pasaban... Y qué delicia ese intercambio epistolar ahora que la escritura de cartas casi ha quedado en desuso, peridiéndose una labor tan íntima como edificante. Un epistolario es una joya con múltiples engarces, así que no renuncio a ese libro forjado en la lectoescritura, en la espera de respuestas que trae y lleva el tiempo, en el impaciente acto de rasgar el sobre que envuelve letras esperadas.... Ay, ese ritual de la correspondencia...

    Celebro que me hayas presentado a esta hacedora de palabras.

    Cordialidades.

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    1. Hola, Una mirada.......
      Poco más puedo añadir a lo que has dicho tú. Una vez más consigues entender a la perfección lo que quiero transmitir, incluso lo que me guardo.
      Ese encanto del papel físico en el buzón, de rasgar el sobre y sucumbir a su interior, ese acto de recoger lo sembrado, es algo único y aunque (por desgracia) no lo vivamos hoy en día pues internet ha sustituido todo esa magia, seguimos enamorándonos al rememorar las emociones que los personajes sienten en este libro.
      Es maravilloso adentrarse en la lectura y ver cómo cambia el cariz de las cartas, con el intercambio de una pasión compartida por los libros.
      Un tema que une, no solo ahora sino en todas las épocas y todos los tiempos.

      Espero que si llegas a leer este libro, sientas todo esto y más. Ojalá.
      Muchas gracias, como siempre. Celebro que acojas así de espléndido, a esta hacedora de palabras e historias.
      Un besote.

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  5. ·.
    De alguna manera te imagino escribiendo a distintos libreros de todo el mundo, a la búsqueda de libros que después reseñarás primorosamente para nosotros.
    Te sugiero que comiences por escribir al 84 de Charming Road, una calle encantadora y paralela a la de tu libro.

    Un beso

    LaMiradaAusente · & · CristalRasgado

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    1. Hola, Alfonso.
      De alguna manera yo también "me veo" haciendo esa labor, buscando ese libro tan difícil de conseguir, sintiendo placer tanto en la búsqueda en sí como en imaginar el momento en que lo tenga en mis manos, luego recibir el paquete y finalmente hacerlo mío.
      A veces los mejores sueños suceden cuando estando despiertos :-)

      Muchas gracias por tu comentario. Había ido a internet buscando la imagen de la librería en aquella época, pero no se me había ocurrido pensar qué habría hoy en día allí. Cuántas librerías y tan cerca la una de las otras. ¡¡Muero de amor!!
      Y si empiezo a escribirles una carta. Who Knows.... :-)
      Gracias, Alfonso.
      Un beso.

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