Me parece una frase muy acerada, porque no valoramos la serenidad en lo que vale. La tenemos un poco apartada en la vida moderna, que lleva otro ritmo. Lo que ocurre es que la felicidad engloba más cosas, es más completa.
Me parece una frase muy acerada, porque no valoramos la serenidad en lo que vale. La tenemos un poco apartada en la vida moderna, que lleva otro ritmo. Lo que ocurre es que la felicidad engloba más cosas, es más completa.
Sin duda es muy valiosa, Tawaki. Y como bien apuntas, la tenemos un poco infravalorada en esta vida moderna que lleva otros ritmos. La felicidad engloba muchas más cosas, lo que sucede es que sin serenidad no somos capaces de verlas. Es más, yo diría incluso que hasta la propia felicidad no sabe que es feliz si no está serena. Muchas gracias por tu comentario. Un beso.
Borges es bastante peculiar y curioso. Uno de los grandes. Me alegro que te haya gustado, Nélida, y que te haya dejado pensando (ese ejercicio y la sensación de removernos el interior no tiene precio). Gracias por tu comentario. Un beso.
Muy de acuerdo con la cita. Existe un problema. Nunca encontramos el tiempo para buscar esa serenidad que nos conducirá a la felicidad. Bonita foto has escogido.
Hola Ñoco. Totalmente de acuerdo estoy yo también con la cita. A veces es falta de tiempo, no te quito la razón. Pero en ocasiones es como el pez que se muerde la cola; estamos tan nerviosos y fuera de eje que aún con tiempo no encontramos la serenidad para conducirnos a la felicidad. A veces hay que hacer eso precisamente, sentarse y respirar. El resto poco a poco puede que vuelva a su eje. Y con ello, todo lo demás; felicidad, serenidad.... La foto ya de por sí, invita a ello.Me alegro que te haya gustado. Y me alegro de verte por aquí, gracias por el comentario. Un beso.
He terminado de leerme la novela "Querido Miguel", de Natalia Ginzburg, y me ha encantado. Me siento feliz y afortunada de haber llegado hasta ella. Es un libro intimista, que al estar narrado de manera epistolar se convierte en más humano si cabe. Entrar en este libro es acariciar el alma de las personas que en él habitan. Es sumergirse en su mente, en su sentir. Es constatar en primera persona cómo respiran y cómo laten sus corazones. Me resulta increíble cómo la autora logra, de manera tan sublime, ahondar en el interior de los personajes y todo aquello que les rodea. La manera de mostrarnos ese mundo interior es tierna, amorosa, sincera, directa, sublime, transparente, clara, amable, atractiva, pero sobre todo muy cálida y hasta reconfortante. Existe una especie de catarsis en esta historia, donde las ausencias físicas se solapan a las emocionales, y donde hay cabida tanto para las letras infinitas como para los silencios más huecos. Me ha parecido una novela muy respet
Un año más, la fiesta de Los Indianos, vuelve a ser el plato fuerte del carnaval de la isla de La Palma. Y un año más me reafirmo en que no me gustan los carnavales, salvo Los Indianos en La Palma. Y es que aquello es otro mundo festivo, más alegre, menos chabacano, más distendido, y muuucho más bonito y divertido. Bajo mi punto de vista, claro. Cuestión de gustos... Es todo un reclamo para las miles de personas que viajan desde todos los puntos del archipiélago canario, en barco o avión. Todos pasean ataviados con la ropa de los Indianos, por las calles peatonales de la ciudad. Desde primera hora de la mañana del lunes de carnaval (este año el 12-02-0218) van calentando el ambiente con su alegría y bailando al son de la música cubana. Hasta las 13:30 , hora en que llega el personaje más emblemático de la fiesta de Los Indianos: la Negra Tomasa. Van a buscarla al muelle, justo dos calles más abajo. La Negra Tomasa es un personaje muy entrañable y simbol
He terminado de leerme "La particular memoria de Rosa Masur", de Vladimir Vertlib. Me ha parecido un libro maravilloso e impresionante. Dos días después de haberlo terminado me sigo preguntando cómo pueden caber tantas cosas dentro de un sólo libro, y es que recorre casi un siglo de la historia rusa, desde los zares a la era del terror político y la lucha de clases. A pesar de ser una lectura densa e intensa, a poco que te guste, logrará engancharte totalmente. Nos habla de la historia de una familia judía y sobre todo de una mujer (nuestra protagonista, Rosa Masur) que acaba de cumplir noventa años. Después de una vida entera que da para mucho, consigue por fin exiliarse en Alemania. Allí un importante mecenas intenta escribir un libro sobre la vida de los judíos que sobrevivieron a la URSS de entonces (una guerra mundial, una guerra civil, bolcheviques, Hitler, el imperio de los Zares, el Comunismo, la hambruna, el antisemitismo, etc). Tras una selección previa, Rosa Masur
Me parece una frase muy acerada, porque no valoramos la serenidad en lo que vale. La tenemos un poco apartada en la vida moderna, que lleva otro ritmo. Lo que ocurre es que la felicidad engloba más cosas, es más completa.
ResponderEliminarMe parece una frase muy acerada, porque no valoramos la serenidad en lo que vale. La tenemos un poco apartada en la vida moderna, que lleva otro ritmo. Lo que ocurre es que la felicidad engloba más cosas, es más completa.
ResponderEliminarSin duda es muy valiosa, Tawaki. Y como bien apuntas, la tenemos un poco infravalorada en esta vida moderna que lleva otros ritmos.
EliminarLa felicidad engloba muchas más cosas, lo que sucede es que sin serenidad no somos capaces de verlas. Es más, yo diría incluso que hasta la propia felicidad no sabe que es feliz si no está serena.
Muchas gracias por tu comentario.
Un beso.
Me encanta Borges y esta frase de él no la conocía. Me voy pensando :)
ResponderEliminarbesos
Borges es bastante peculiar y curioso. Uno de los grandes.
EliminarMe alegro que te haya gustado, Nélida, y que te haya dejado pensando (ese ejercicio y la sensación de removernos el interior no tiene precio).
Gracias por tu comentario.
Un beso.
Muy de acuerdo con la cita.
Existe un problema. Nunca encontramos el tiempo para buscar esa serenidad que nos conducirá a la felicidad.
Bonita foto has escogido.
un beso
· LMA · & · CR ·
Hola Ñoco.
EliminarTotalmente de acuerdo estoy yo también con la cita.
A veces es falta de tiempo, no te quito la razón. Pero en ocasiones es como el pez que se muerde la cola; estamos tan nerviosos y fuera de eje que aún con tiempo no encontramos la serenidad para conducirnos a la felicidad.
A veces hay que hacer eso precisamente, sentarse y respirar.
El resto poco a poco puede que vuelva a su eje. Y con ello, todo lo demás; felicidad, serenidad....
La foto ya de por sí, invita a ello.Me alegro que te haya gustado.
Y me alegro de verte por aquí, gracias por el comentario.
Un beso.