He terminado de leerme la novela "Querido Miguel", de Natalia Ginzburg, y me ha encantado. Me siento feliz y afortunada de haber llegado hasta ella. Es un libro intimista, que al estar narrado de manera epistolar se convierte en más humano si cabe. Entrar en este libro es acariciar el alma de las personas que en él habitan. Es sumergirse en su mente, en su sentir. Es constatar en primera persona cómo respiran y cómo laten sus corazones. Me resulta increíble cómo la autora logra, de manera tan sublime, ahondar en el interior de los personajes y todo aquello que les rodea. La manera de mostrarnos ese mundo interior es tierna, amorosa, sincera, directa, sublime, transparente, clara, amable, atractiva, pero sobre todo muy cálida y hasta reconfortante. Existe una especie de catarsis en esta historia, donde las ausencias físicas se solapan a las emocionales, y donde hay cabida tanto para las letras infinitas como para los silencios más huecos. Me ha parecido una novela muy respet
Yo diría que si vivir es algo es, precisamente, hacer aquello que deseamos pero que tememos hacer. La vida se sublima cuando rompemos las ataduras que nosotros mismos nos ponemos.
ResponderEliminarExcelente cita, Neli. Excelente, de verdad.
Verás, Emilio, cuando era muy pequeña leí una frase que se me grabó para siempre, aunque por aquel entonces no la supe interpretar como ahora a pesar de su sencillez.
ResponderEliminarY decía algo así "por fin podrás ser feliz cuando decidas hacer algo que deseabas pero no te atrevías."
Qué grande tu reflexión.
Gracias.