He terminado de leerme la novela "Demonios", de Fatma Aydemir. Uno de los libros que me habían regalado el día de Reyes. Me ha parecido un libro muy bonito y muy especial. Sigue un esquema de lectura separado por capítulos, dando vida en cada uno de ellos, a los diferentes miembros de una familia turca que emigra a Alemania. Los títulos de cada capítulo y el orden que sigue son: Hüseyin (el padre de la familia), Ümit (el hijo pequeño), Sevda (la hija mayor), Peri (la tercera hija), Hakan (el segundo hijo), y Emine (la madre de todos ellos, y esposa de Hüsesyin). Es un libro que te hace pensar mucho, una lectura que no te deja indiferente, con unos personajes de una gran riqueza en detalles y muy dispares entre sí, y que a pesar de ello muchos de los rasgos que comparten tienen un mismo origen o denominador común. El libro desgrana las particularidades de una familia turca que emigró a Alemania en busca de una vida mejor, nos muestra quiénes son hoy en día, tras la inesperada...
¡Cuánta sabiduría en estas palabras!!! Uffffff!!!
ResponderEliminarEste mundo es un mundo de guerreros: una constante lucha en la que nunca te quitas el peto ni dejas muy lejos la espada... Es una vida de conquista en la que lo importante es no jugar con la sangre propia o ajena.
Creo que hasta se acostumbra una. ¡Hasta echamos de menos ese continuo guerrear cuando la vida nos va dejando a un lado! Curioso...
Por cierto: tu cabeza no se detiene... Yo diría que es muy guerrera... :)
¿Verdad que si, Emilio? ¡¡¡Cuanta sabiduría!!!
EliminarSi te fijas, casi todo el mundo se puede ver reflejada en esta charla, en esas esperas.
¿Cuántas veces no hemos creído que la felicidad estaba detrás de que consiguiéramos esto o aquello? Y al llegar a esa meta, dices, ¿ya está?
Y es que la felicidad está aquí y ahora.
Me gustó el vídeo porque es muy sencillo pero contundente, a mi me llegó lejos, pero no como una bofetada vergonzosa sino como una caricia en el alma.
Espero que nuestras mentes nunca dejen de guerrear (si, la mía lo es, la tuya se que también).
Y también espero que no olvidemos la importancia de la felicidad y el valor de las esperas (pero el justito, eh? :-) )
Un abrazo.