Tesoro

Se sienta en el suelo, delante de la parte del sofá donde yo estoy sentada.
Y le acaricio esa cabecita rubia, le gustan los mimos y él es muy cariñoso también con todos.
Y le busco las palabras.
Juego a que él piensa una palabra y me dice por qué letra empieza y en qué lugar de la casa se encuentra (cocina, baño, dormitorio,etc...) y cuando yo la adivino hago como que voy viendo algo más que esa primera letra. Y rebusco en su corto pelo, hago que la estoy viendo. Ahora, ahora sí, ahora mejor, siiiii, ya la veo, es "tal"!!!!!
Y su cara no tiene precio cuando cree que tenemos poderes. El porque pensando fuerte en una cosa, es capaz de hacer que alguien (yo) pueda leer la "mente" :-)
Enredada en los pelos de su cabeza, como quien busca un tesoro y lo haya.
Y no se da cuenta que el verdadero tesoro es él.
No se cansa, luego me pide otra palabra y otra y otra.
Algunas veces hago como que no soy capaz de dar con ella. Entonces me pregunta - ¿Te rindes?-
Y cuando le respondo que si, una gran sonrisa pícara de "tengo más poder que tú" nace en su cara y me dice la palabra en cuestión.
Y mi sonrisa no se queda corta .-  Caray qué despiste el mío, dime otra que la veré y esta vez no fallaré -.

Comentarios

  1. Disfruta de la inocencia, que dura poco. Luego vendrán otras cosas, también buenas, pero diferentes.

    ResponderEliminar
  2. Disfruta de la inocencia, que dura poco. Luego vendrán otras cosas, también buenas, pero diferentes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pura y dulce inocencia. Bendita ella.
      Qué poco dura, es cierto!!!
      El protagonista de este juego es mi sobrino el pequeño. Y sí, ahora lo disfruto, porque soy consciente de que no durará siempre y crecerá y perderá esta inocencia.

      Besoss.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Los indianos

Querido Miguel.

La particular memoria de Rosa Masur.