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El niño.

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  He terminado de leerme "El niño", de Fernando Aramburu.  Es un libro bonito, está bien escrito, en él se novela un hecho real acaecido hace cuarenta y cuatro años en un pueblo del País Vasco. Me ha gustado la sencillez de la prosa, la discreción a la hora de relatar, también la prudencia y el respeto hacia los protagonistas de ese suceso tan trágico. Nos presenta a una familia que perdió a su único hijo en 1980, centrándose en cómo fue la vida después de aquello para la madre de Nuco (el niño fallecido), el padre y el abuelo del niño.  De no haber sido por este libro, no hubiera conocido la historia porque al menos hasta donde mi memoria alcanza no la recuerdo, cosa normal pues yo era una niña por aquel entonces.  El autor ha sabido desgranar cada sentimiento personal e íntimo, que nace como consecuencia de algo tan devastador. Las diferentes fases del duelo, centrándose principalmente en el abuelo y lo especial de la relación con su nieto. Uno puedo palpar el dolor, la au

Llenos de vida.

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He terminado de leerme "Llenos de vida", de John Fante.  Se trata de una novela divertidísima, que me ha gustado mucho. Un libro ligero y rápido de leer, con unas imágenes tan nítidas que parecía estar visualizando su proyección en la gran pantalla, en los años cincuenta en blanco y negro. Trata del sueño americano de aquel momento; tener una casa cuanto más grande mejor, tener familia propia y éxito en el trabajo. La lectura se desarrolla con muchos diálogos, principalmente entre nuestro protagonista (tiene muchos tintes autobiográficos) y su padre, así como nuestro protagonista y su esposa que está embarazada de su primer hijo.  Esta obra contiene pasajes realmente memorables, con una prosa directa y un estilo tan incisivo como punzante. Su sentido del humor queda patente desde la primera página hasta la última. Nota: 8 John Fante (Denver, 1909- Los Ángeles, 1983), fue un escritor estadounidense, hijo de emigrantes italianos de procedencia muy humilde. Estudió en la Univers

La vida en miniatura.

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Resuena en mi cabeza, como un eco, el estribillo de la canción del gran Pancho Céspedes "Qué hago contigo, amor, qué hago contigo....". Y entonces me descubro con el libro ya leído, terminado y disfrutado. Qué hago yo ahora, qué digo yo ahora contigo lectura especial que me has acariciado el alma. Y lo has hecho sin prisas, sin miedo, casi sin percibirlo, me llevaste hasta esta "vida en miniatura" para hacerla mía. Porque no hace falta tener similitudes con el personaje para sentarse uno frente al otro, en un tête à tête y escuchar, como yo he hecho con Dorothea, su protagonista. Un largo té de sobremesa, distendido, donde el libro me ha mirado a los ojos y yo le he mantenido la mirada, escuchando atentamente todo lo que en él acontecía. Aún con la taza humeante en la mano, te miro a los ojos y te sonrío ligeramente dejando el protagonismo a lo que mi mirada te dice, te expresa pero sobre todo te agradece. Me has gustado muchísimo. Qué hago contigo si no has de